Capítulo Siete. ¿Cuál es su nombre?

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Me quedé echa piedra -Paula,
yo... yo no puedo-

-Lo sé- sonrió débilmente -Me conformo con tu amistad-

-Gracias- sonreí y dejé un pequeño beso en su mejilla.

Después de nuestra pequeña charla, abrimos las puertas y comenzamos a recibir clientes.

POV. Jennifer.
Tenía más un mes de iniciar clases en la universidad, un mes en el cual tuve más discusiones con mi compañera de piso por el tema del orden, que clases; trataba de entenderla, ponerme en su lugar, pero por más cansada que se llegue del trabajo o la escuela, se deben a hacer los deberes de orden.

Hace aproximadamente dos semanas, comencé a recibir cartas de mi admiradora anónima, no sé como había dado con mi dirección, pero en vez de preocuparme o provocarme alguna molestia, era todo lo contrario, me alegraba saber que aún mantendría contacto con ella, con sus letras, las cuales tenían el poder de sacarme sonrisas.
Estaba en las primeras clases del día, mi horario era corto así que tenía el suficiente tiempo libre para ordenar el apartamento. Después de unas horas, salí al receso y me senté con mis compañeros.

-Jennifer, te ves molesta- Salma tocó mi brazo.

-Discutí nuevamente con mi compañera de piso- bufé molesta.

-¿Te das cuenta que llevan dos meses viviendo juntas y han discutido más de 20 veces?-

-Lo sé, es que es tan desordenada-

-Pero nos has dicho que no todo es malo en ella- Tania se sentó a mi lado.

-No, en realidad, es buena chica, todos los días deja preparado un desayuno para mí, antes de irse al trabajo deja un poco de comida caliente y cuando llega del trabajo, me despierta y deja la cena fuera de mi habitación-

-Esa chica suena excelente, ¿cómo se llama?- preguntó Salma.

Me quedé echa piedra, dos meses de vivir con ella, y ahora entro en cuenta de que no se nada sobre ella, ni siquiera su nombre -Yo... yo, no lo sé-

-¿Pero, estudia también aquí?- Tania preguntó.

-Creo, que sí-

-Es increíble que no sepas nada de ella- Salma le dio un sorbo a su jugo.

-Casi no hablamos, nunca está en casa, y cuando está discutimos-

-Deberías mínimo saber su nombre, es un poco extra...- miró a lo lejos -¿No es ella?-

Miré a lo lejos y la vi, sentada en un banquillo leyendo un libro -Sí-

-Es guapa- Salma dijo sin dejar de verla.

-Sí, ese traje le queda bien- Tania agregó.

-No le encuentro lo atractiva- mordí mi emparedado.

-Iré a preguntarle el nombre- Salma dejó su jugo a un lado y se levantó.

Mi compañera de piso se puso de pie y fue cuando noté como estaba vestida, usaba unos pantalones ajustados color negro, una camisa de botones blanca, una corbata un poco floja y un saco abierto, saludo con un abrazo y un beso en la mejilla a Salma y platicaron un rato.

-Deja de verlas- Tania dijo entre risas.

-No lo hago- saqué un libro de mi mochila y cayó una nota al suelo, la levanté y leí rápidamente.

*Yo te miro cuando no me miras y dejo tu mirada llena de miradas mías*

Sonreí ampliamente y guardé nuevamente la nota, miré hacia donde estaba Tania, la cual me miraba con una enorme sonrisa.

-¿Te gusta tu admirara anónima?-

-No, es imposible que pueda gustarme alguien sin conocerla- miré a otro lado.

-Mírame y dime que no te gusta-

Bufé molesta -Vale- giré a verla y la miré -No me gusta-

-Tus ojos brillan- le dio un sorbo a su botella de agua -Aunque te parezca imposible, está pasando- cogió mi mano -Ella comienza a gustarte, y sí continúas, te puedes enamorar-

-¿De ella?- solté una risa sarcástica -Ni siquiera la conozco-

-De sus letras- sonrió y se levantó -Te veo en clases- comenzó a caminar.

Me quedé pensando en sus últimas palabras, "¿Sería posible?".

***************************
El siguiente mes, traté de hacer amistad con mi compañera de piso, pero entre sus tareas y el trabajo, apenas y tenía tiempo para prepararme el desayuno e irse, era un gesto que me encantaba de ella, pero detestaba que dejará el fregadero mojado después de lavar los trastos.
En ese mes que la miraba en la escuela, noté algo muy raro en ella, no tenía un estilo propio, a veces llevaba traje, otros un estilo rudo, rockero, otros días usaba un estilo un tanto deportivo, otras veces bohemia o hippie, y otros días, usaba estilos muy simples, o ropa un poco holgada (poleras flojas). todo cambiaba en ella, excepto traer un libro en la mano.

-Es rara, ¿no?- Tania dijo sin dejar de mirarla.

-¿El qué?- pregunté confundida.

-Que cada vez venga con un estilo diferente, pero debo admitir que cualquiera se le ve sexy- se mordió el labio.

-¿Ya sabes su nombre?- Salma me miró.

-No, no hemos tenido tiempo de charlar-

-Pues, deberías darte prisa, llevas tres meses viviendo con una completa desconocida- dijo Tania en tono burlón.

-Esta noche hablaré con ella-

-Pero, ¿Trabaja en un café?-

-Sí, cuando salga-

-Mejor espera mañana- Salma me miró -El sábado es su día libre, ¿No?-

-¿Cómo lo sabes?-

-Bueno, una vez fui a donde trabaja y ella no estaba, así que pregunté por ella- levantó los hombros.

-Llego a pensar que están más interesadas en ella, que yo-

-¿Quién no, cariño?- Tania volvió a mirarla -Se sabe vestir bien, huele rico, es sumamente inteligente, tiene una voz bastante cautivadora y profunda, además, ¿Has visto su letra?- sonrió -Es perfecta y canta excelente-

-¿Cómo sabes tanto de ella?-

-Vamos en el mismo taller- levantó los hombros.

-¿Qué taller?-

-Arte- Salma habló rápidamente.

-Oaah- solté un silbido -Algún día me daré la vuelta por ese taller-

-Será buena idea, tanta literatura puede afectarte- Tania bromeó.

-No lo creo- abrí mi mochila y vi una flor de papel, la saqué rápidamente y noté que olía exquisito.

-¿Tu admiradora?- Salma levantó las cejas juguetonamente.

-Sí- sonreí ampliamente y despegué la nota del tallo.

*No dejes se pensar en mí, porque yo quiero enamorarme de ti.*

Me levanté rápidamente y miré para todos lados, noté que mi compañera de piso me miró unos segundos y regresó la vista a su libro mientras negaba lentamente.

-Menudo espectáculo- Tania me jaló del brazo -Dudo mucho que esté aquí-

-O que te siga siempre- Salma agregó.

-Esto no puede estar pasando- me levanté nuevamente y caminé lejos del lugar. Sentí una alegría inmensa al leer esa nota, pero a la vez un miedo incontrolable al pensar en todo lo que podría pasar si me dejo llevar por un sentimiento que no tiene cimientos, no puedo enamorarme de alguien que no conozco, es físicamente imposible pensar en una imagen que no conoces, y es totalmente una locura creer que algún día pueda conocer a "la Mar". No puedo enamorarme de ella. Es imposible.

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora