Capítulo. Ochenta y uno. Concurso.

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Habían pasado varias semanas después de aquel incidente, Mariel había ido con la psicóloga y estaba cada vez mejor, al igual que nuestra relación, cada vez éramos más unidas.
Me encontraba leyendo el libro favorito de Mariel, y a cada capítulo era cada vez más confuso, pero eran tan interesantes las palabras que a pesar de mi grado de confusión, no podía dejar de leerlas.

-¡Jennifer!- la voz de Mariel hizo eco en el apartamento -¡Jennifer, amor!-

-¡En mi habitación- cerré el libro y lo dejé a un lado.

-¡Jennifer!- gritó nuevamente.

-Deja de gritar mi nombre-

-¡Jennifer, gané!- gritó llena de euforia.

-¡Enhorabuena!- hice una pausa
-¿Qué ganaste?-

-Mi software, ¿Lo recuerdas?- asentí con la cabeza -Lo metí en un concurso y gané- sonrió ampliamente.

-¿Por qué no sabía?-

-Quería que fuera sorpresa-

-Menuda sorpresa- me levanté de la cama -¡Mariel!- levanté la voz
-¡Ganaste!- me le lancé a los brazos y la besé apasionadamente.

-Hay que celebrar- apretó su agarre y me beso nuevamente.

Me dejó caer en la cama sin dejar de besarme, se apartó un poco y se quitó la blusa, regresó a besarme los labios y después bajó en un camino de besos hasta mi cuello, metió las manos debajo de mi blusa y comenzó a levantarla, hasta que la sacó por completo, chocó su frente con la mía.

-El nombre de "JenMar", sí es por nuestros nombres-

Solté una carcajada -Lo sabía- la jalé del cuello y la volví a besar.

Nuestros besos se hicieron más profundos y la ropa que cubría nuestro cuerpo comenzó a estorbar, una vez desnudas, Mariel besó cada centímetro de mi cuerpo.

-¿Hace cuánto tiempo qué no hacíamos esto?- susurró contra mi cuello.

-Mucho, dos semanas o más- dije entre jadeos.

-¿Por qué?- mordió suavemente mi pecho -Vivimos juntas-

-No es tan necesario- la cogí de las mejillas para que me viera
-Hay cosas que podemos hacer también juntas, no solo sexo-

-¿Cómo estos últimos días?-

-Sí- sonreí -Pero ahora sí quiero hacerlo- la atrajé hacia mí y la besé profundamente.

Después de terminar, tenía a Mariel en medio de mis piernas, y su cabeza justo debajo de mi ombligo, sus manos jugaban en mis caderas y sus labios susurraban una melodía.

-Jennifer- Mariel rompió el silencio -Gané el concurso, pero debo irme unos meses para exponerlo-

-¿Sola?- Abrí los ojos como platos.

-Sí-

-¿A dónde?- me moví un poco y me senté en la cama.

-No lo sé, son varios lugares- se recorrió y se puso a mi lado
-Pero, puedo rechazar-

-No- negué con la cabeza -Es tu oportunidad de aprender cosas nuevas y ganar reputación buena- besé su frente -Tienes que ir-

-No quiero dejarte-

-No lo harás, será solo un pequeño tiempo para nosotras- sonreí -Estaré esperando-

-No quiero irme- dejó caer su cabeza en mis piernas.

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora