Capítulo. Ochenta y cuatro. Adaptación.

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Había pasado aproximadamente una semana desde que Mariel se habla ido, como lo prometió, hablábamos todas las mañanas, en las noches y en ocasiones, teníamos videollamadas por Skype, pero no era lo mismo, era realmente frustante verla y no poder tocarla, unir nuestras manos a través de una pantalla, y escucharnos por medio de bocinas. Solo una semana había pasado y estaba harta de la situación, no sabía como adaptarme, tenía miedo, celos, frustración, tristeza, ira, y miles de emociones más, solo sabía que no estaba conforme.
Estaba tumbada en la cama en la habitación de Mariel, abrazaba su jersey favorito mientras esperaba su llamada, minutos después el teléfono sonó.

* J. ¿Hola?
X. Hola, hermosa.
J. Mariel, ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día?
M. Cansada, fue un día realmente agotador, en verdad son difíciles de convencer. ¿Tú qué tal?
J. Como los últimos días, echándote de menos. (hice una pausa), ¿Por qué difícil? Usa tu don el convencimiento.
M. También te echo bastante de menos. Parece que no funciona con ellos.
J. Tiene que, consigue que quieran eso y manda esos boletos de avión.
M. Debo admitir que eso me motiva al doble (soltó una leve risa).
J. Piensa en mí antes de la junta, piensa en que si consigues el trato me verás.
M. Mañana mismo cierro el trato.
J. Eso espero.
M. Jennifer.
J. ¿Si?
M. Deja de tocarte mientras charlas conmigo.
J. (comencé a reír a carcajadas), eres una tonta.
M. Tú una pervertida. (imitó mi risa).
J. Lo aprendí de ti.
M. ¿Lo intentamos?
J. ¿El qué?
M. Eso, hacerlo por teléfono.
J. (Sabía a que se refería), no sé de que me hablas.
M. Venga ya, no me hagas decirlo.
J. ¿Decir qué?
M. Hacer el amor por el teléfono.
J. Umm, eres traviesa.
M. Solo contigo.
J. Vale, ¿Sabés cómo se hace?
M. (hubo un silencio). No.
J. Yo tampoco y no creo que sea divertido así.
M. ¿Entonces?
J. Investiga y cuando sepas, lo hacemos.
M. Vale, tengo tarea sexual.
J. Y espero que sea bueno.
M. Lo será, mañana mismo seré una experta.
J. Eso quiero escucharlo y sentirlo.
M. No te arrepentirás, será el mejor sexo telefónico de tu vi... (se escucharon voces al fondo)Debo irme, tengo una reunión con ellos.
J. Está bien, pero, procura tener más tiempo la próxima vez.
M. Lo tendré, tu igual y procura estar sola, que gritarás como nunca.
J. Ya veremos.
M. Te amo.
J. Y yo a ti, cuídate*

Colgó y dejé caer el móvil en la cama, cogí su portátil y la abrí en el explorador, me la pensé varios segundos y escribí “Sexo telefónico”, aparecieron varias páginas y algunos vídeos, abrí una página de preguntas y respuestas y comencé a leer.

POV. Mariel.
Me encontraba en un restaurante de lujo, esperando a que terminaran de leerlo y poder resolver sus dudas.

-¿El programa edita, pero no modifica la calidad de la imagen?- un señor un tanto mayor dejó el dossier es la mesa y me miró.

-Efectivamente, la mayoría de los programas de edición, alteran la extensión de la imagen y eso daña la calidad de la misma y al momento de ampliarla se pixelea, con mi programa no, edita pero no daña la extensión-

-Interesante- regresó su vista al dossier.

Después de cenar, el señor de hace unos momentos, se levanta y acomoda el saco -Señorita...- hizo una pausa -Lo lamento, olvidé su nombre-

-Mariel, Mariel Morgado- estreché mi mano hacia él.

-Alexander Jones- apretó levemente mi mano -Bien, señorita Morgado, nos vemos mañana a la misma hora, la cena ya está pagada, que pase buenas noches- dio unos pasos hacia atrás -Con permiso-

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora