-Yo creo que no es tan malo-
-¡¿No lo es?!- apreté los puños
-¡Tiene novia!--Puede que solo estén saliendo- Antonio se sentó en el piso -Ven, trata de calmarte-
-No, no puedo- comencé a caminar en círculos -Hace menos de dos días dijo que se había enamorado de mí y hoy tiene novia-
-Creí que de tus letras- se levantó -¡Deja de hacer eso!- me cogió de los hombros.
-¿Qué debo hacer?- sentí un nudo en la garganta.
-Sigue igual como hasta ahora-
-No, no quiero meterme en una relación-
-No lo harás- hizo una pausa -Tú serás su confedente- sonrió -Sí hay un problema, estarás ahí, al igual que si hay algo bueno-
-¿No creés qué sería mala idea?-
-Tu plan era una mala idea, esto es mejor-
-O usamos ambos- sonreí.
-Esa será tu decisión-
-Vale, debo irme, iré al trabajo-
-Te veo mañana-
Hice un ademán con la mano y corrí rumbo al apartamento. Estaba a unas tres cuadras de llegar pero una voz diciendo mi nombre me hizo voltear, era una amiga de Jennifer, caminé hacia ella y ella sonrió.
-Gracias por venir-
-¿Sucede algo?-
-¿Te gusta Jennifer?-
Me quedé echa piedra -Yo... yo no... no...-me sentí completamente nerviosa -¿Po... por... por qué lo... lo dices?-
-Solo pregunto, no estés nerviosa- sonrió.
Cogí una gran bocanada de aire
-No lo estoy--Eso no se notó hace rato-
-Tu pregunta me cogió por sorpresa- sonreí de medio lado
-Si me disculpas, voy tarde al trabajo- toqué suavemente su mejilla hasta llegar a su mentón y lo levanté un poco -Hasta luego- le guiñé un ojo y me fui.Siempre me han dicho que tengo ciertas manías que hacen que parezca una persona coqueta, pero en realidad me considero una persona amable, para mí no es ser coqueta alagar a una mujer, o ser atenta, da igual como lo quieran llamar, me gusta ser lo que soy, aunque a veces no sepa como llamarlo. Sentí un brote de inspiración y rápidamente me senté en el piso, saqué mi cuaderno azul y comencé a escribir.
« ¿Qué eres?, ¿Qué soy? Preguntas que para algunos son por la misma razón, pero para mí son preguntas con respuestas completamente diferentes, respuestas que cambian dependiendo de la gente, ¿Qué eres?, Cambia dependiendo la perspectiva de quien te mira, ¿Qué soy? Es la única pregunta que debe ser respondida, no se trata de saber que se es, si no de ser, no se tiene que creer en lo que no estas seguro, ni seguir las limitaciones que le imponen a unos, se tiene que creer en lo que somos, en lo que eres, que al final de todo nadie cambie nuestros pareceres».
Cerré el cuaderno y miré mi reloj de pulsera, "Muy tarde para hacer de comer". Miré alrededor y vi una pequeña pizzeria, caminé hacia ella y compré una grande. Volví a tomar rumbo hacia el apartamento mientras silbaba una canción.
POV. Jennifer
Me salté la última clase, mi nueva novia había pasado por mí a la universidad y decidimos ir al apartamento para leer juntas un poco.
La conocí en una biblioteca hace unos meses, dos para ser exactos, pero a nadie le había dicho sobre ella, ni a mis amigas, están tan obsesionadas con Mariel que dirían que no es buena para mí, pero en realidad, ella es excelente, es ordenada, meticulosa, dedicada y su gusto por asear es similar al mío, lo que siempre ansie de una mujer y además su gusto por la literatura la hace aún mejor.
Estábamos en el pequeño sofá, ella sentada y yo en medio de sus piernas, ambas leíamos el mismo libro que yo sujetaba, me molestaba un poco cuando decía "Cambia de página, ya leí eso". Y yo apenas iba a media lectura, leía muy rápido para mi gusto, pero aún así, ella era perfecta.-¡Jenn!- la voz de Mariel hizo eco
-Traje la comida--Gracias- cerré el libro.
Llegó con una sonrisa a donde estaba, la misma que se desvaneció al vernos -Oh, estás acompañada- dejó las cajas de pizza en la mesita cuadrada.
-Mariel, ella es mi novia- dije suavemente.
Mariel estiró su mano hacia ella
-¿Cuál es tu nombre?- su voz era grave y firme.-Violeta- apretó su mano -Un gusto conocerte-
-Gracias- tenía la mandíbula tensa -Debo ir al trabajo- me miró.
-¿No vas a comer?- me levanté del sofá para verla.
-No, no tengo hambre- sonrió forzosamente -Come tú, ustedes- señaló con la cabeza el sofá.
Regresé con Violeta cuando Mariel desapareció del otro lado de la puerta, me senté en el suelo y abrí la caja de pizza, saqué una y comencé a comer, ella imitó mi movimiento y comimos pizza hasta dejar más de media caja vacía.
-Vamos a tu habitación- Violeta se levantó del sofá.
-¿Para qué?-
-Quiero conocerla- caminó hacia mí -¿Vamos?-
-Vale- me levanté del piso y la guié a mí habitación -Esta es- abrí la puerta y entré.
-Es muy amplia- miró con detenimiento el lugar -Tu decoración es buena- se sentó en la cama -Ven- dio pequeños golpes a lado de ella.
-Gracias- me senté a su lado
-¿Quieres ver otr...-Me besó -Quiero ver tu cuerpo- susurró contra mis labios.
-¿No creés qué es muy pronto?- la aparté lentamente.
-No- volvió a besarme -Es tarde-
Traté de asimilar sus palabras y me dejé llevar por sus labios.
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Entre mis letras
AcakElla era excesivamente ordenada, yo en cambio era el desastre mismo. Lo único que nos unía, era la pasión por la literatura, ¿Qué pasa cuando dos tipos de caos colisionan?, ¿Se mueren, o se unen para crear algo nuevo?