Entre mis letras

Capítulo. Noventa y nueve. Una mala fotografía.

El resto de la mañana y parte del día me la pasé pensando en la llamada, me atacaba la incertidumbre del cómo había conseguido mi número, volví a ver el número de la llamada y sonreí como idiota al recordar todo lo que me había dicho, a decir verdad, debo admitir que realmente me emocionó charlar de nuevo con él después de tanto tiempo de no hablarnos, ¿La razón? Yo no quería que supiera de mí una vez saliera del colegio, quería hacer un "Borrón y cuenta nueva", cosa que hice a la perfección, hasta el día de hoy.
Después de la escuela, regresé a la habitación y cogí el teléfono fijo, miré la pantalla del móvil y no vi señales de Mariel, me mordí el labio inferior y marqué el número.

* X. Sabía que llamarías de nuevo.
J. ¿Cómo conseguiste mi número?
X. Jamás te perdí de mi radar.
J. Dijiste que me odiabas.
X. La gente dice tonterías cuando se enoja.
J. Me dolió.
X. Lo sé, yo también sufrí después de tu partida, es por eso que quiero una segunda oportunidad.
J. Yo...
X. (interrumpió). Antes de responder, piensa en todo lo que pasamos juntos, solo date un minuto para pensar.
J. (cerré mis ojos y automáticamente comenzaron a pasar imágenes de nosotros juntos en forma de película, inconscientemente sonreí como tonta). ¿Puedes venir a Madrid?
X. Estoy en Madrid, vine a buscarte, Jenny.
J. Alfredo, yo...
X. Sshht (interrumpió). Solo quiero hablar.
J. Tengo está tarde libre, ¿Puedes venir a mi apartamento?
X. Mándame la dirección en un texto (hizo una pausa), eso significa que será una charla íntima.
J. (comencé a reír a carcajadas), Sigue soñando.
X. A veces los sueños se hacen realidad.*

Cortó la llamada sin darme tiempo de contestar.

POV. Mariel.
Me encontraba guardando mi equipo de fotografía mientras esperaba la respuesta a un mensaje de Jennifer, le había enviado un mensaje en la mañana y ya era de tarde y aún no contestaba, comenzaba a pensar que se había quedado dormida y contestaría en la madrugada o ya muy tarde, así salí de la habitación a pasear por la ciudad y tomar algunas fotografías, comencé a a caminar hacia la puerta y al abrirla me topé con Lirian sosteniendo un emparedado.

-¿A dónde vas?-

-Iré a tomar algunas fotografías- levanté un poco el estuche de la cámara.

-¿Puedo ir contigo?-

-Claro, vamos- sonreí levemente y comenzamos a caminar.

El sol se comenzaba a ocultar entre los cerros mientras Lirian y yo caminamos en busca de algo que llamara mi atención, nos sentamos en una banca del parque y me quedé viendo hacia la nada.

-¿Segura qué no hay algo que te llame la atención?-

-No, tal vez mañana encuentre algo-

-¿Puedo acompañarte?-

-Claro, es bueno algo de compañía-

-Excelente, entonces...- dijo mientras se levantaba -Si no hay nada que llame tu atención, debemos ir al hotel a continuar tus clases-

-Ahh, vale- hice un puchero -Unos minutos más-

-Vale, tienes quince minutos para fumarte un cigarrillo y después nos vamos-

-Me conoces bien- solté una leve risa mientras sacaba la cajetilla del bolsillo de mi chaqueta.

-Pasar tanto tiempo contigo sirve de algo- sonrió levemente.

-Eso debe ser bueno- encendí el cigarrillo y reinó el silencio entre nosotras.

Estando nuevamente en el hotel, Lirian fue un tanto compasiva y dejó mi tarea de lado para que yo pudiera tener tiempo libre y hablar con Jennifer, llevé la portátil al balcón y conecté una llamada de Skype, pasaron varios minutos y la llamada no era respondida, intenté un par de veces y era el mismo resultado. Apagué la portátil y fui por el móvil, marqué su número varias veces, pero saltaba a buzón, le dejé varios mensajes de texto y no había respuesta, comenzaba a preocuparme, busqué el móvil de Salma y marqué.