Llegando al apartamento, mis padres fueron directo a la habitación y nosotras nos quedamos en el recibidor, afortunadamente no volvieron a tocar el tema de los padres de Mariel, cosa que agradecí totalmente, se me estaban agotando las ideas para evadir esas preguntas y podía notar la evidente incomodidad en Mariel después de cada comentario sobre su familia.
-Gracias- se sentó en el suelo.
-¿Por qué?-
-Por no dejar que preguntarán sobre mis padres-
-No tienes que agradecer-
-¿Qué tal tus vacaciones?-
-Estuvieron bien, conocí varios lugares de aquí-
-¿Fueron al puente de la salida?-
-No, ¿Dónde queda?-
-Ven- se levantó y caminó a la puerta -Ven, desde aquí no se ve-
-¿A dónde iremos?- me levanté.
-A la terraza- sonrió.
Una vez en el lugar, Mariel no se despegaba del muro del centro
-¿Ves dónde se ve un pequeño puente de madera?- señaló a lo lejos.Seguí la dirección de su dedo y logré ver un poco -Sí, lo veo-
-Bien, cruzando ese puente hay un pequeño manglar-
-Desde aquí no se ve-
-Lo sé, hay que caminar un poco-
Me acerqué al muro que delimitaba la terraza -Mira, desde aquí se ve un reflejo, debe ser agua-
-Te creo- sonrió nerviosamente.
-Acércate- caminé a ella.-No, estoy bien aquí-
La toqué y estaba helada -¿Pasa algo?-
-Tengo vértigo, pánico a las alturas-
-¿Entonces por qué venimos?-
-Para que vieras el puente, hay que bajar- comenzó a caminar hacia atrás.
-Vale, vamos- caminé a las escaleras y bajamos.
POV. Mariel.
Llegamos a la habitación y me dejé caer en la cama, Jennifer se desvió hacia mi estante y observó los libros -¿Cómo tienes tantos libros?--Suelo ser voluntaria en las bibliotecas, cada vez que hacen un conteo, los libros maltratados se mandan a la fábrica para destruirlos y crear nuevos, normalmente si el libro llama mi atención lo pido y me lo regalan- me senté y apoyé mis pies en el suelo -Cada año regalo todos los libros que tengo-
-¿Por qué?-
-Porque sé o quiero creer, que habrá más gente que los va a leer- sonreí.
-Es un buen pensamiento- imitó mi gesto. -Gracias-
Dejó los libros y abrió mi armario -¿Por qué no tienes nada color rosa?-
-No es un color de mi agrado-
-¿Por qué te hace ver como princesita?- dijo en tono de burla.
Pensé en decirle la verdad, pero lo oculté -Sí, me hace ver vulnerable- sonreí.
-El rosa no es tan malo- se sentó a mi lado -Yo uso rosa-
-Te ves bien con ese color- la miré unos segundos.
-Gracias- se levantó -Iré a cambiarme de ropa-
-Vale, yo estaré aquí, leyendo o dibujando, lo que inspire primero-

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Entre mis letras
AcakElla era excesivamente ordenada, yo en cambio era el desastre mismo. Lo único que nos unía, era la pasión por la literatura, ¿Qué pasa cuando dos tipos de caos colisionan?, ¿Se mueren, o se unen para crear algo nuevo?