Capítulo. Setenta y siete. Seamos sinceras.

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Desperté por una enorme molestia en la espalda y una incandescente luz en mi cara, giré lentamente y busqué a Jennifer a tientas al otro extremo de la colchoneta, al no sentirla abrí los ojos como platos dándome cuenta que aún seguía en la terraza, me levanté y dejé las cosas en su lugar, bajé al apartamento y encontré a Jennifer preparando el desayuno.
Buen día- dijo sin despegar la vista de su trabajo -Creí que jamás despertarías-

-Buen día- caminé hacia ella
-¿Dormí arriba?- me quedé a unos metros de su espalda.

-Dormimos arriba-

-Entiendo, me quedé dormida- me acerqué a ella -¿Qué cocinas?- la abracé por la espalda.

-Son huevos con "beacon".- hizo comillas con sus dedos al decir la última palabra -Lo busqué en Internet y así se llama-

Besé su mejilla -Parecen huevos y tocino- me asomé a la cazuela -En realidad huele delicioso-

-Lo dices porqué quieres quedar bien- dijo burlona.

-¿Tengo fama de quedabien?- di un paso hacia atrás.

-Sí- me miró de reojo.

-¿Cuándo?- recargué mi espalda baja en la mesita.

-La vez que me enseñaste a tocar guitarra y dijiste que sonaba bien, pero en realidad sonaba horrible-

-Me gustaba como tocabas- crucé los brazos frente a mi pecho.

-Lo sé, pero...- apagó la estufa y giró -Mariel, no tiene que gustarte todo lo que hago- comenzó a caminar hacia mí -No quiero tener una relación perfecta de esas de películas, quiero una relación de verdad, con buenas y malas- quitó mis manos de mi pecho y comenzó a jugar con mi collar -Quiero que si algo no te gusta, me digas y ayudes a hacer algo para mejorarlo- me abrazó -Seamos realmente sinceras, con todo, no solo de sentimientos-

Rodee su cintura con mis manos
-He sido sincera contigo todo este tiempo- hizo una pausa
-Pero en realidad, sí había cosas que no me gustaban pero, no sabía como decirlo-

Se alejó para verme -Bien, pues ahora lo haremos- sonrió.

-Pero de manera respetuosa- agregué.

-Eso es obvio- se acercó y dejó un pequeño beso en mis labios.

-Ven acá- la jalé con cuidado y la besé nuevamente.

POV. Jennifer.
Los días iban tranquilos y demasiado extraños a la vez, en dos días media universidad sabía que Mariel y yo eramos novias y en ese lapso de tiempo yo había recibido más de seis amenaza, la mayoría de las de primer ingreso y taller de arte, que al parecer, todas estaban enamoradas de ella.

-¿Y esa cara?- Salma preguntó al verme.

-Hoy, una niña del taller de arte, me dijo que si le hacía daño a Mariel, se las vería con ella- dije mientras sacaba mi almuerzo.

-Eso sí es para tener miedo, según mis cuentas...- pensó -Es la segunda del día y no pasa de las doce- me miró -¿Qué te dijo la primera?-

-Que la cuidara, porque en cualquier momento me la podría quitar- rodee los ojos -Es molesto-

-Lo imagino- miró a lo lejos -Allá viene la raíz de tus amenazas-

Seguí su mirada y vi que Mariel venía a lo lejos -Hola- dije con una amplia sonrisa.

-Hola- imitó mi gesto y dejó un pequeño beso en mis labios.

-Si, hola, Mariel- Salma dijo burlona.

Se sentó a mi lado -Ah, hola Salma- sonrió y me miró nuevamente -Estás realmente hermosa hoy- susurró cerca de mi oído.

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora