Capítulo Cuarenta y ocho. Inténtalo.

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Últimamente Mariel pasaba poco tiempo en el apartamento y cuando estaba, estaba en su habitación haciendo tarea o dormida.
Los miércoles era su día libre en el estudio, así que habíamos definido que los miércoles sería mi día para aprender a cocinar, todos los miércoles me levantaba a la misma hora que Mariel y veía como cocinaba, en pocas ocasiones me atrevía a hacer algo.
Hoy era el segundo miércoles, así que, según mis cálculos, Mariel querría que yo aplicara algo de lo aprendido, pero para mi mala suerte, no recordaba nada.

-Bien, Jennifer, ¿Qué haremos hoy?- preguntó mientras entraba en la cocina.

-¿Otra vez huevos?- pregunté temerosa.

-Sí, otra vez- hizo una pausa
-Haremos huevos hasta que te salgan o nos de colesterol, lo que pase primero- sonrió ampliamente -Bien, ¿Qué haremos?-

-Primero buscamos los ingredientes-Comencé a decir en orden lo que ella me había explicado antes -... Y al final dejamos unos minutos reposando-

-Vale, ahora hazlo- se cruzó de brazos y se recargó en la mesa.

-Bien, aquí voy- comencé a sacar los miles de ingredientes y los deje cerca de la cocina -Y, después...- hice una pausa
-Yo, creo que se rompen los huevos y...-

-No seas tan salvaje, antes va la mantequilla-

-Oh, cierto, lo olvidé- corté un pequeño trozo de mantequilla -Y ahora, van los huevos- los golpeé contra el sartén y vacié el contenido -¡Oh Dios, me quemé!-

Mariel se acercó rápidamente y cogió mi mano -Déjame ver- la acercó -Oh, no es tan malo-

-Me arde-

Sonrió débilmente -Valeria siempre hacía esto- acercó mi dedo a si boca y dejó un suave beso -¿Mejor?- dijo sin alejar mi dedo.

-Ajam- asentí lentamente -Gracias- alejé mi dedo.

-Bien, si gustas puedo seguir yo-

-Pero eso significa desayunar huevos mañana- bufé.

-Debes aprender a hacer algo básico- se giró hacia la estufa y comenzó a cocinar.

-Hace unos días hablé con Antonio-

-¿Sobre qué?- dijo sin dejar de mirar su trabajo.

-Lo que haces en el estudio- me senté en el borde del fregadero.

-¿Y qué se supone que hago?- giró unos segundos su cabeza para verme.

-Fotografías desnudos-

-¿Y?-

-¿Te acuestas con ellos?-

-No, eso sería anti ético- soltó una leve risa -Y no es ellos, es ellas-

-¿Solo mujeres?-

-Sí-

-¿No es algo fememinista?-

-Apagó la estufa y giró para verme -No, trabajé con varios hombres y fue un caos, la mayoría creía que podía acostarse conmigo al finalizar la sesión- hizo una pausa -O ponían su miembro de una forma para "llamar mi atención".- hizo comillas con los dedos -Lo cual era repugnante, o lo típico, hablar de las horas que pasan en el gimnasio y toda la proteína que toman, ojalá eso ayudara a su cerebro-

-¿O sea que solo mujeres?-

-Sí, las mujeres tienen más pudor, más respeto por su cuerpo, bueno, algunas- miró a otro lado.

-¿Te haz acostado con alguna modelo?-

Me miró divertida -¿Te molestaría que lo hiciera?- arqueo una ceja -¿O es simple curiosidad?-

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora