Capítulo Once. Mala idea.

138 4 1
                                    

Llegué a la universidad con más de quince minutos de retraso, por suerte el profesor aún no llegaba. Entré rápidamente y me senté en en el lugar de siempre.

-¿Y qué pasó?- Salma fue la primera en preguntar.

-Hablamos toda la noche-

-¿Sobre qué?- Tania movió su silla para estar cerca.

-Le hice preguntas, y ella respondió a todas de una forma tan... no sabría cómo explicar, pero su forma de pensar es extraordinaria-

-Te lo dije- Salma cerró su cuaderno -Esa mujer es excelente, no sé que haces perdiendo el tiempo con tu admiradora secreta-

-Porque, me gusta su forma de escribir- hice una pausa -en realidad, ninguna de las dos me gusta- saqué un cuaderno de la mochila -Dejen de decir tonterías-

-Vale, cómo digas- Salma comenzó a jugar con su pluma
-¿Por qué llegaste tarde?-

-Fui a desayunar con Mariel- dije con total naturalidad.

-¿Tu compañera de piso?- Tania preguntó sorprendida.

-Sí- abrí la bolsa pequeña y encontré una nota.

-¿Y qué tal?- Salma preguntó.

-Excelente, se portó de una forma tan cordial y educada que parecía otra, tan atenta que me extrañó- sonreí -Creo que no es tan mala después de todo- saqué la nota y la leí.

*De todos mis delirios y mis cuentos, pensar en ti a mejorado el argumento*

Mi sonrisa se amplió y metí mis manos a los bolsillos del suéter, encontrando la servilleta que me había dado Mariel, en la cual creo con manchas de café una flor bastante hermosa.

-Tienes un problema- Tania susurró -Comienzan a gustarte las dos-

-Claro que no, no me gusta ninguna- guardé las cosas rápidamente.

-síguete engañando- Tania abrió su cuaderno.

Las clases continuaron con total naturalidad, a excepción de que mi mente se encontraba lejos del lugar, "¿Tendrá razón?".

POV. Mariel
Me quedé unos minutos fuera de la universidad, aún no era mi hora de entrada así que tenía tiempo de pensar. Había puesto mi plan en acción, enamorar a Jennifer siendo yo misma y a su vez continuar con ella como "la Mar".

-¿Qué haces fuera?- Antonio se sentó a mi lado.

-Espero, aún faltan quince minutos para las clases-

-¿Pensar en qué?- cruzó su pierna en forma de escuadra.

-Vale, pues...- hice una pausa
-¿Guardaras el secreto?-

-Claro- sonrió -Somos mejores amigos, ¿no?-

-Lo que digas- Sonreí ampliamente -Me gusta alguien-

-¿Y eso es secreto?-

-No, lo que es secreto es la situación en la que estoy-

-¿Cuál es?-

-Es una larga historia-

Miró su reloj de pulsera
-Tenemos tiempo-

-Vale- di una gran bocanada de aire -La conozco desde la preparatoria, me gustó desde que me ganó el libro que yo quería, recuerdo que me dijo "¿Lo quieres?", yo estaba tan nerviosa que solo negué con la cabeza, ella sonrió y se fue, dejándome completamente anonadada. Desde ese día, me di cuenta de su presencia, su hermosa presencia, cuando la conocí a fondo, me enamoró todo de ella-

-No le veo el problema- giró un poco para verme.

-Comencé a enviarle notas, el último mes de clases, pensaba que jamás la volvería a ver y que sí sabía que la quería y me rechazaba, no iba a doler tanto, porque me iría lejos de aquí-

-Ajam- asintió levemente.

-El problema está, que hace unos meses, me di cuenta que ella sería mi compañera de piso, ¿Casualidad?, No lo sé-

-¿Eso es lo malo?-

-No, lo malo es que me detesta a mí, me odia por ser como soy, una desordenada olvidadiza- hice una pausa -Y hace poco me dijo que se había enamorado de mí-

-Pero, si se enamoró...-

Interrumpí -Pero no de mí, se enamoró de mis letras, de las notas que le hacía, de los versos que le dedicaba, de los poemas que hacía en su honor- miré el piso -Pero a la persona real, a mí- me señalé -Me detesta-

-Oh, eso sí es un problema- bajó su pierna -¿Tienes alguna solución?-

-Enamorarla siendo yo misma-

-¿Y las letras?- apoyó sus codos en sus rodillas.

-También, pretendo que se enamoré de ambas y que al darse cuenta de que somos la misma persona, me quiera- sonreí pesadamente.

-Mar, tu plan es una mierda- puso una mano en mi hombro
-Pero sería más mierda si no intentas nada- sonrió -Vamos a cambiar un poco el plan, ¿Vale?-

-Vale, ¿En qué?-

-Aún no lo sabemos, pero con el tiempo tendremos un plan mejor- se levantó -vamos, tenemos clases con lentitos- comenzó a caminar.

Me levanté y lo seguí dando unas zancadas -No estudié para su examen-

-No creo que sea problema- sonrió y caminó más rápido.

Me quedé quieta unos segundos y vi a lo lejos a Jennifer, quien sujetaba unos libros en su pecho mientras buscaba a alguien con la mirada, traté de caminar lentamente para ver lo que pasaba, mala idea, una chica más alta que ella, cabello rubio y un trasero prominente, se acercó a ella y dejó un beso en su mejilla, Jennifer sonrió y miró lentamente a su alrededor, acto seguido, la besó.
El beso duró poco menos de cinco segundos, pero para mí fueron una eternidad. Entrelazaron sus dedos y caminaron hacia la salida mientras hablaban animadamente, apreté mis puños y caminé echa un toro embravecido.
-una mierda- susurré.

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora