POV. Jennifer
Me encontraba desnuda y totalmente expuesta ante Mariel, aún seguía sin comprender que pasaba por mi mente cuando decidí hacer eso, pero ya estaba aquí, desnuda y sentada en el sofá, esperando a que terminara de preparar su equipo. Mariel parecía tardar más de lo normal en acomodar su equipo, sus movimientos eran torpes y entrecerraba los ojos antes de conectar algo.El frío comenzaba a hacerse presente y mi cuerpo daba señales del cambio de temperatura y su necesidad de combatirlo.
-¿Tienes frío?- Mariel preguntó mientras veía mis pechos con una enorme sonrisa.
Me cubrí rápidamente con las manos -Estoy desnuda, ¿Qué esperas?-
-Ten- se quitó su camisa de cuadros de color roja y gris con líneas negras -Cubrete en lo que termino-
-Gracias- me cubrí y noté que me llegaba un poco debajo de las nalgas -Está grande, no entiendo-
-Me gustan las camisas de cuadros largas- levantó los hombros.
-Es suave- rocé la tela.
-Es franela- sonrió -Todo listo- se colgó la corre de la cámara al cuello.
-Deja que me quite la cami...-
-No- interrumpió -Quiero unas así-
-Vale-
-Ahora, quiero que hagas cada cosa que te pida, por favor- se acercó a mí -Será totalmente profesional, tranquila- quitó un mechón de cabello que tapaba mi rostro -¿Lista?- Yo solo asentí con la cabeza -Bien, voy a necesitar que le hagas un nudo a la camisa, que quede justo en medio de tus pechos- yo lo hice rápidamente
-Ahora, pon tus rodillas en el suelo e inclinate un poco hacia delante, poniendo tus manos en medio de tus piernas- se acercó a mí y acomodó mi cabello hacia un lado -Perfecta- se alejó y cogió la cámara -Ahora mira a la cámara, mírala como si quisieras seducirme-Lo hice, me metí en mi papel, hice todas y cada una de las posiciones que me pidió, miré a la cámara como si haciendo todo eso tuviera el poder de tener a Mariel -¿Y ahora qué?- pregunté cuando Mariel cambió los lentes de la cámara.
-Ahora quítate la camisa-
-Sí- hice una pausa -Pero quítamela tú-
Mariel dejó la cámara en la mesita de madera y se acercó a mí -Vale- acercó sus manos a la camisa y comenzó a desabotonarla, despacio. Noté como tragó saliva y temblaba conforme deshacía el nudo, su respiración se agitó cuando quedaron al descubierto levemente mis pechos. Acercó sus manos temblorosas a mis hombros, apenas rozandome con las yemas de los dedos, erizando mi piel al contacto, cerré mis ojos unos segundos, hasta que sentí que la camisa caía al suelo.
Mariel se acercó a mí y puso sus manos en mi cintura, me empujó levemente hacia atrás y susurró
-Siéntate aquí-Giré mi cabeza y vi la silla
-¿Cómo?--Con el respaldo tapando tu pecho, quedando obviamente en medio de tus piernas- hice lo que me indicó -Sube tus pies a los reposa pies y tus manos ponlas encima del respaldo, como si lo abrazaras- pensé un poco lo que dijo y lo hice lentamente -Bien, ahora ve a la cámara-
Después de varias posiciones sentada y unas cuantas más parada o recargada en algunas cosas, me pidió que me acostara en su cama, tomó fotografías de mí en más de diez posiciones, de esas que se ven normalmente en las revistas de modelos, la diferencia entre ellas y yo, es que yo no era profesional.
-Bien, Jennifer, ya falta poco-
-Ojalá, estoy exhausta- bromeé.
-Olvidaba que estar acostada era agotador- sonrió.
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Entre mis letras
De TodoElla era excesivamente ordenada, yo en cambio era el desastre mismo. Lo único que nos unía, era la pasión por la literatura, ¿Qué pasa cuando dos tipos de caos colisionan?, ¿Se mueren, o se unen para crear algo nuevo?