Llegamos a casa de Salma después de media hora de camino, en el cual Mariel entablaba una conversación bastante amena con el señor. No conocía esa parte de ella, tan educada y adaptable a un entorno desconocido.
-Bien, llegamos- el señor apagó el coche.
-Gracias, señor- Mariel abrió la puerta del coche y bajó -Señorita- extendió su mano hacia mí.
Cogí fuertemente su mano y bajé con cuidado -Gracias- sonreí una vez que bajé por completo.
-Para servirle- cerró la puerta y rápidamente me dio su brazo para sujetarlo -¿Me haría el honor?-
-Claro- me sujeté y caminamos hacia dentro.
POV. Mariel
Jennifer se estaba dejando llevar por mi trato, no sabía si lo hacía con gusto o por seguirme el juego, sea cual sea la razón, yo estaba encantada.
Entramos a la casa y la admiré detalladamente, era un recibidor bastante amplio, había tres sofás de diferentes tamaños, acomodados en forma de media luna y en medio una mesa ovalada de cristal, con un florero vacío en medio, detrás de los sofás había un estante con algunos libros y uno que otro vino en algún espacio vacío.-Por acá- El padre de Salma nos empujó más adentro -Puedes dejar tu abrigo aquí si lo deseas- señaló un perchero de madera cerca de la puerta.
-Gracias- sonreí y me quité el abrigo.
-Pueden tomar asiento mientras está la cena-
-Sí, gracias- Jennifer caminó al sofá.
-¿Gusta que le ayude en algo?- di un paso hacia el señor.
-No, muchas gracias, toma asiento- señaló el sofá.
-Anda bueno- sonreí y me senté a lado de Jennifer.
-¿A qué se debe tanta amabilidad?-
-No entiendo-
-Quieres quedar bien con la familia de Salma- giró un poco para verme -Tú no eres así-
-No soy queda bien- dije suavemente -Soy educada- sonreí unos segundos -En el orfanato te enseñan mucha educación, modales, ser atenta, por si alguien buscaba un hijo, dar una buena impresión- suspiré pesadamente -Cosa que no pasó-
-¿Te sientes mal por eso?-
-No, solo a veces pienso en cómo sería si hubiera tenido familia, si hubiera hecho las mismas cosas o no; no lo sé, es raro- levanté los hombros.
-Lamento eso-
-No lo hagas, estoy bien con lo que tengo ahora- la miré unos segundos -Y me gusta la compañía que tengo-
Noté como se sonrojo un poco
-¿Y no haz pensado en si tienes familiares?--No, no quiero pensar en eso-
-¿Por qué?-
-Porque tendría la duda todo el tiempo y soy tan kamikaze que dejaría todo para ir a buscarlos, y sí los encuentro y ellos no querían ser encontrados, sería un golpe duro y no lo soportaría sola-
-Oh, yo lo...- puse un dedo en su boca.
Quité mi dedo lentamente -Si vas a disculparte, no lo hagas- sonreí débilmente.
-Lo si...- soltó una leve risa -Iba a disculparme-
-¿Mencioné que me gustan tus ojos?- hablé rápidamente.
Noté como entre abrió los labios para hablar pero fue interrumpida por Salma -Hola, chicas- llegó a nosotras con una sonrisa -¿Interrumpo?-
-No, para nada- Jennifer se levantó y la besó en la mejilla
-Hola-
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Entre mis letras
AlteleElla era excesivamente ordenada, yo en cambio era el desastre mismo. Lo único que nos unía, era la pasión por la literatura, ¿Qué pasa cuando dos tipos de caos colisionan?, ¿Se mueren, o se unen para crear algo nuevo?