¿Se acuerdan cuando renegaba que era gay? Pues parece que no soy el único, porque descubrí que alguien en esta cárcel, ha creado una careta de hombre rudo, cuando en realidad es todo un marica.
Como El Papucho me sentenció a muerte, tuve que esconderme a diario en la biblioteca y fue en ese lugar, donde descubrí algo impactante.
Me había quedado dormido al intentar leer El Quijote de la Mancha, cuando de pronto, unos sonidos secos me despertaron. Una silla se mecía incontrolablemente, chillando no más que el sujeto puesto en cuatro patas sobre ella. Sí, había una pareja follando justo ahí.
¿Cómo se les ocurre interrumpir mi sueño? Estaba decidido a retirarme indignado.... Bah, a quién engaño, no me pude resistir a ver como aquellos estaban gozando de sus cuerpos sudorosos.
Me asomé sobre una de las estanterías repletas de libros, no quería que nadie se diera cuenta de mi presencia.
-¡Santa Cachucha! Así que eras marica...- No pude resistirlo y es que ver a El Papucho agachado como cordero, en cuatro patas y con un pedazo de carne por la cola, fue tan impactante que grité sin quererlo.
Y ahí quedó la escena, no más embestidas ni nada, ambos estaban congelados y sorprendidos que los haya descubierto in fraganti.
- Te prometo que no te haré daño y te protegeré mientras estés en la cárcel... Pero por favor no le cuentes a nadie que estaba haciendo esto... Te aseguro que es la primera vez... Que lo hice sólo de curioso- Por favor, ¿tan tonto cree que soy? Ése la curiosidad la mató hace rato y es que por la cara que tenía, además de los gemidos que producía, es toda una adicta a la polla.
-Está bien... No le contaré a nadie "tu experiencia" pero quiero algo a cambio...- claro que no me iba a quedar con los brazos cruzados, éste me daría lo que quiero, o sino... Me chivo.
- Quiero que me folles... Que lo hagas con brutalidad y que me hagas sentir como toda una perra...- O sí, no iba a desaprovechar tamaña oportunidad.
Su cara fue de espanto, como si le hubiera pedido que me donara un pulmón. -Lo que sucede es que sólo soy pasivo...- Me respondió avergonzado.
-¿No que ésta había sido tu primera vez?- pregunté ofuscado. ¡Ah no! Este no se me escapaba, ¿quién se cree?
Al final le dije que lo esperaba en esa misma biblioteca, al anochecer. Y tendrá que ir, de lo contrario le contaré a todos la clase de maricón que es. ¿Acaso no soy brillante?
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Diario de un Soltero GAY
HumorMi psicólogo me recomendó que debía hablar sobre mis vivencias con alguien, y es que según él soy homosexual. ¡Pamplinas! No porque cuando pequeño jugaba con muñecas, ayudaba a mi madre a cocinar e inspeccionaba los cuerpos desnudos de mis amigos, s...