Yo estaba muy preocupado por mis relaciones amorosas. El rechazo de Ernesto, las persecuciones de Pablo, el hecho que la maraca de Laurita se haya ido a vivir con mi amado, las amenazas de doña Conchuda, todo giraba en torno a ellos y es por esto, que no entiendo cómo ahora solo puedo pensar en una sola cosa, muy distinta a mis amoríos.
Me pareció extraña la reacción de Patricio el otro día, por lo que fui a preguntarle a La Papucha, quería conocer su versión.
-Ellos controlan el oeste de la ciudad... mientras que mis muchachos y yo, la zona este. Obviamente somos enemigos, pero no me hice tu amigo por conveniencia... ¿Acaso estás desconfiando de mi?- Respondió la marica.
Me sentí un tanto avergonzado en ese momento. Él me ayudó a salir del manicomio y me ha dado un techo donde vivir.
-Claro que no... sé que eres una buena persona...-terminé señalando.
Pensé que el tema había muerto allí, que no seguirían mis sospechas en el asunto de aquellas mafias, tan solo que un accidente terminó por echar por tierra mis planes.
La Papucha fue atacado en la calle, sus guardaespaldas fueron abatidos y él secuestrado. Lo vi llegar a la casa con el rostro desfigurado por todos los golpes que recibió. Lo torturaron por un día completo.
-¿Tú le diste alguna información a ese malnacido? Los del Oeste me atacaron y amenazaron... dijeron que sabían mis movimientos y la mercancía que internaríamos esta semana... ¿Cómo se enteraron de eso? Hay un soplón y no voy a descansar hasta encontrarlo...- fue lo primero que me dijo cuando ingresé a su cuarto.
Yo no tenía ni idea de qué hablaba, jamás conversé con Patricio y mucho menos le daría información que ni yo conozco. La Papucha tiene sus negocios ilícitos, y aunque vivo con él, nunca me he enterado de nada. Ni siquiera me importa.
-Entonces... si no fuiste tú... tuvo que haber sido tu amiguita. De seguro venía a la casa para sacarnos información... Cómo fui tan estúpido...- prosiguió con su ira.
¡No! Cata sería incapaz de algo así... Me niego a creerlo. Aunque... ella está enamorada y en ese estado, uno puede hacer cualquier cosa por el ser amado. Me duele pensar que me engañó, que toda su amistad fue falsa y con la única intención de aprovecharse de mi cercanía con La Papucha.
-Te he acogido como a un hermano... pero este error me lo vas a tener que pagar... Si quieres ganarte mi confianza nuevamente, tendrás que hacer lo mismo que tu amiga hizo contigo... Sácale información importante de Patricio. Se mis ojos y oídos en el campo enemigo. Ellos casi me matan... y ahora es tiempo de defenderme...- estaba obcecado con la idea de la venganza.
Por un momento sentí que mi amiga marica había cambiado, que era un ser oscuro que solo quería ver sangre correr. Aunque, creo que cualquiera estaría de esa misma manera en su lugar, más que mal lo intentaron asesinar.
No respondí nada en ese momento, y es que no sé si podré engañar a Cata. No está claro si fue ella quien nos traicionó. ¿Y si todo es un malentendido y la ataco siendo inocente? No me perdonaría nunca eso... Y ahora, ¿qué hago? ¿A quién le creo? ¿A La Papucha o a Cata?
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Diario de un Soltero GAY
HumorMi psicólogo me recomendó que debía hablar sobre mis vivencias con alguien, y es que según él soy homosexual. ¡Pamplinas! No porque cuando pequeño jugaba con muñecas, ayudaba a mi madre a cocinar e inspeccionaba los cuerpos desnudos de mis amigos, s...