Doña María ya está muy vieja, tiene muchos problemas de salud y el más grave es el del corazón. Tras la muerte de su hijo, sufrió tanto que terminó en el hospital, producto de un infarto cardiovascular. Desde ese momento no puede recibir impresiones fuertes, razón por la cual no le conté que Joaquín era efectivamente su nieto.
Lo has criado como si fuera parte de la familia, él siempre ha visto en ella una abuela, y ella lo ama como si fuera en realidad en hijo de Ernesto. Sé seria hermoso que ella lo supiera, tan solo que temía el efecto que tuviera en su corazón.
Todo iba bien, el secreto parecía a salvo en mi labios, nunca pensé que todos se entrarían y menos de esa forma.
Fernando hizo una fiesta en su mansión, mucha gente importa fue, nunca había estado tan cerca de gente con tanto dinero, si hasta podía oler el ambiente rociado con el aroma de los billetes.
Como pago mi estadía trabajando, tuve que hacer de mesero, al igual que doña Gracia. Nadie se salva de la tacañería de ese hombre.
-No me gusta esta ropa... Hace que el calzón se me entre en la vagina... Por eso no me gusta usar calzones, me siento mejor teniéndola suelta... Uno nunca sabe cuándo la usará... - comentaba la vieja sin pudores.
Yo no quería saber que no usaba ropa interior, ya me ha traumada bastante con sus fetiches con las plantas.
Todo iba bien, Gracia y yo hasta parecíamos normales, los millonarios esos ni podían imaginar que ambos hubiéramos estado en un manicomio.
En unos minutos más podría irme a acostar, y justo a la media noche, Fernando se convirtió en un zorro al acecho, como si la luz de la luna afectara su sangre y le convirtiera en un don Juan.
-Eres el amor de mi vida... Te daría todo lo que tengo, por eso he permitido que te quedes... Porque me gusta verte por las mañanas... Te amo, te amo como nunca he amado a nadie...- gritó de pronto en medio de la sala.
Todos quedaron mudos, y es que el borracho estaba hablando solo.
-¿Te refieres a mi Feñita? ¿Mi amor es correspondido? - preguntó ilusionada la vieja loca.
No sé por qué, pero ella sigue enamorada del sin bolas, y aquella confesión la imaginó como propia. Lamentablemente, Fernando la rechazó una vez más.
-Claro que no eres tú, vieja marrana... Me refiero al ángel que me salvó de perder mi fortuna... Aquel que con su boca tierna y grácil me quitó de cuajo los testículo... - Santa Cachucha, se refería a mí.
De pronto la gente abrió un camino entre nosotros, cual Moisés con el Mar Rojo. Así caminó hasta mí, se arrodilló y besó mi mano.
Trágame tierra, estaba muriendo de la vergüenza. Muy rico será él, pero no me gusta para nada. ¿Cómo voy a estar con un hombre a quien no se le para? No señor, eso es una tortura. Yo necesito mi ración de pollo a diario.
Bueno, se preguntarán qué tiene que ver todo esto con que doña María se haya enterado que Joaquín es su nieto. Pues, resulta que Gracia que vengó de mi, por "robarle" a su hombre, gritando a todos que estaba mintiendo y que le estaba ocultando la verdad a la pobre señora.
La muy maraca logró que mi suegri se desmayara de la impresión y terminara en el hospital de nuevo.
Yo rechacé a Fernando, obviamente y me enojé mucho con la anciana esa. Se supone que somos amigos, ¿no debería tenerme más fidelidad a mi que a ese castrado?
Pd:ya, si igual me gustó que se declarara. Me hizo sentir mega guapetón.
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Diario de un Soltero GAY
HumorMi psicólogo me recomendó que debía hablar sobre mis vivencias con alguien, y es que según él soy homosexual. ¡Pamplinas! No porque cuando pequeño jugaba con muñecas, ayudaba a mi madre a cocinar e inspeccionaba los cuerpos desnudos de mis amigos, s...