-Buenos días, hoy te he encontrado muy nervioso, así es que tendremos una terapia más... Profunda- es lo que dijo Pablo al ingresar a mi cuarto, justo antes de quitarse la bata y mostrarme la enorme erección que ya llevaba.
-No tengo ganas hoy...- Sí, yo también quedé helado cuando respondí eso. Yo, quien más adora el sexo y mucho más con un guapetón como el psiquiatra, estaba rechazándole. ¿Qué me pasaba?
El rubio me observó consternado, para luego acercarse y posar su mano en mi frente.
-¿Acaso tienes fiebre?- aunque no tenía alta temperatura, por lo que un resfriado no era la razón.
-En realidad me ha sucedido algo extraño... Ayer, alguien me dijo que me amaba y quedé congelado por eso. Creo que es la primera vez que siento que le importo a una persona y ahora... No sé cómo reaccionar, ¿qué debo hacer?- dije sin pensar, dándome cuenta que esa era la verdadera razón.
¡Por Buda! Las palabras de Ernesto en realidad habían calado hondo en mí, al parecer sí tengo corazón... Qué raro, porque yo creía que ya se había podrido.
-¿Quién es el hijo de puta de te dijo eso? ¿Es un interno? ¿U otro doctor?- Pablo se descontroló, me tomó de los hombros para sacarme la información. Aunque es el especialista, parecía más loco que yo. Oh sí, imagínense lo enfurecido que estaba.
Le conté quién era el feo, lo que habíamos vivido y lo que había hecho para ingresar al manicomio, sólo para estar a mi lado.
-Yo me encargo de ese sujeto, tú no te preocupes... Recuerda que eres sólo mío y que no puedes mirar a ningún otro hombre... ¿entendiste?- me dio miedo... Les juro que ese rubio me dio pánico, parecía como si quisiera matar a Ernesto. ¿Qué le habrá sucedido?
-Yo creo que te ve como una posesión y no quiere perderte... Encontró el hoyo perfecto para meter su polla y no se lo dejará a ningún otro macho... Así son algunos hombres... No sabré yo, que soy puta desde chica...- Cata me vino a visitar y dijo aquello, convencida debido a sus años de experiencia.
Hace mucho que no la veía y me alegró un montón tenerla en frente. Aunque sus palabras me hicieron pensar demasiado, ¿qué se supone que tengo que hacer con el psiquiatra? Me gusta follar con él y todo, pero no me ama y yo quiero amor, creo.... O sea.. Todos queremos eso ¿no? ¿O sólo es importante el pene?
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Diario de un Soltero GAY
HumorMi psicólogo me recomendó que debía hablar sobre mis vivencias con alguien, y es que según él soy homosexual. ¡Pamplinas! No porque cuando pequeño jugaba con muñecas, ayudaba a mi madre a cocinar e inspeccionaba los cuerpos desnudos de mis amigos, s...