Por primera vez en mi puta vida algo me ha salido bien, es extraño sentirse realizado.
A los 10 intenté que un gato se apareara con un ratón, al final lo único que conseguí fue que el roedor muriera asquerosamente. Nada salió como esperaba.
A los 15 odiaba a una compañera del colegio, por lo que un día decidí lanzarle agua oxigenada en el pelo. Ella estaba bajando las escaleras y yo desde el piso superior le lancé una botella entera. ¿Qué sucedió? La muy tonta justo me miró y todo el líquido cayó en sus ojos. Estuvo ciega como por un mes y todos la terminaron queriendo, mientras que a mi me odiaron. ¡Estúpida liciada!
Al los 20 quería tener una novia, por lo que elegí a la más guapa de mi universidad. ¡En esos años era hetero! Me acerqué a ella tras inscribirme en el equipo de porristas. La escuchaba largas horas y la acompañaba a todos lados. Un día decidí confesarle mi amor, ¿y que hizo ella? Se rió en mi cara. -Lo siento.. Es que pensé que eras gay. Y no... Que asquito ser tu novia... Piérdete- me dijo sin compasión. Mil veces puta, espero que se le hayan caído las tetas y que esté calva.
También intenté enamorar a un compañero del trabajo. Terminé quedándome con un feo. Luego de ello quise conquistar a mi psicólogo y el muy imbécil se enamoró de mi compañero de la oficina. Aunque eso ustedes ya lo saben.
Muchos fracasos en mi vida, hasta que llegó la vez en que todo me salió bien. Por fin he logrado que dos hombres se fijen en mí y estar con ellos.
-Yo soy mucho más atractivo que este gordo... Deberías preferirme a mí...- me dice Pablo constantemente. No le respondo mucho y solo atino a mamársela.
Con él he tenido mucho sexo, y del bueno. Sólo que no puedo preferirlo, porque Ernesto me da algo más.
El otro día llegó con un par de flores, arrancadas de raíz del jardín, cosa que no me importa. Me dedicó una canción y luego me abrazó con mucha fuerza. Me sentí como un diamante, como algo de mucho valor.
Si supieran lo que calienta que te traten así. Ahora comprendo por qué tantas modelos están con hombres feos, y es que tienen su encanto.
¿Qué más puedo decir? Adoro tener a dos príncipes azules, ¿para qué tener sólo uno? Tengo lo mejor de ambos y eso me encanta. ¿Que si estoy loco? O sea, ¡dah! Estoy internado en un manicomio.
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Diario de un Soltero GAY
HumorMi psicólogo me recomendó que debía hablar sobre mis vivencias con alguien, y es que según él soy homosexual. ¡Pamplinas! No porque cuando pequeño jugaba con muñecas, ayudaba a mi madre a cocinar e inspeccionaba los cuerpos desnudos de mis amigos, s...