Día 47: Corazón roto

257 39 19
                                    

No sé qué me ha dicho en tres sesiones, lo único que hago es concentrarme en sus hermosos ojos azules, en su perfecto cabello dorado y cuando entro en su despacho, en aquel gordito trasero que se planta orgulloso ¡Por Santa Sara! Es la cosa más hermosa que he conocido.

-¿Alguna vez te has enamorado?- me preguntó el otro día, justo cuando le tomé atención.

-Claro que sí... Él es hermoso, es Rubio de los ojos claros, es psiquiatra, uno de los mejores. Me encantaría que él también me amara...- le respondí mirándolo detenidamente, para que se diera cuenta que se trataba de él.

-Debe ser muy afortunado... Tú eres una gran persona... Eres guapo y podrías enamorar a cualquiera.- dijo e inmediatamente llegué al paraíso, fueron las palabras más hermosas que me han dicho, y es que hasta el momento el halago más lindo recibido había sido "no te preocupes, si no me das tanto asco". Maldita profesora, espero que esté en un asilo ahora.

-¿Crees eso? ¿Podrías enamorarte de mí? Y es que tú eres de quien estoy enamorado...- me sonrojé como hace mucho no lo hacía, me estaba declarando como un adolescente.

-¿Yo? Claro que no... Nunca caería tan bajo como para estar contigo...- y todo mi mundo se derrumbó. Estúpido Pablo, me hizo llorar ahí mismo.

Me sentí tan mal, que dejé de pensar y pronto estaba con una para rota de la silla, rompiendo las ventanas, los muebles. Luego quemé los libros, ¿dónde saqué fuego? Pues ni me acuerdo.

Terminé en mi cuarto de confinamiento, con el rostro negro por el carbón y el corazón roto por el desamor. ¿Será que nunca nadie me podrá amar?

Diario de un Soltero GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora