Día 36: Luchito al ataque

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Cata finalmente se juntó con Marcos en el departamento que ahora está arrendando, fue en la noche y con la intención de "mostrarle su colección de CDs".

-Tan sólo entramos a su casa y comenzó a besarme... Ahí quedó su invitación sana. Después me llevó a su pieza mientras yo me hacía la difícil, como si fuera una mujer decente. Si supiera que estoy más abierta...- mencionó mi amiga a la mañana siguiente, mientras yo limpiaba los baños.

-Cuando se estaba desvistiendo, comencé con mi estrategia... Le pedí un poco de agua y cuando me la trajo, yo ya me encontraba completamente desnuda en su cama.... "¿Qué es eso que tienes ahí abajo?" Me preguntó espantado, justo antes de desmayarse... Yo tenía pensado drogarlo para que se quedara dormido, pero me hizo las cosas mucho más fáciles. Lo llevé a la cama, lo desnudé... Que cosa más chica tiene entre las piernas, hasta mi Luchito es más grande... Saqué un dildo que llevaba y se lo introduje..- Sigo pensando que un pepino es mucho mejor para ese trabajo, pero en fin, seguí escuchando a Cata.

-Después me acurruqué detrás y me dormí... Hoy en la mañana despertó y quedó pasmado al pensar que le había metido la verga por el orto. "No puede ser, no otra vez... No puedo ser tan maricón" decía una y otra vez mientras se tocaba el trasero. Yo le dije que había saltado toda la noche sobre mi pene y que me lo había mamado como nunca nadie lo había hecho... Hubieras visto su cara. Si no se convierte en mujer, estoy segura que se va al manicomio...- reí enfermizamente, imaginando como mi enemigo había sufrido. Llegué hasta a llorar del placer.

Luego vino la sorpresa y es que mi amiga me contó que para seguir con la venganza, ahora sería yo quién se encargaría de Leonardo. ¿Cómo lo haría? Esto ya me está asustando, algo realmente macabro está planeando la pelirroja.

Diario de un Soltero GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora