Florencia
— Está es la peor idea que haz tenido Celine ¡¿Estas loca?! — Florencia dejó a su bebé en el portabebé con mucho dolor y le dio un beso en la mejilla — Amelie me matará por esto, se enojara horrible, no queríamos compartir a la bebé con nadie y menos con ese... hombre —
— Bueno, pues él papá de Paris te matará durante el juicio sino se la dejas ver. Di lo que quieras Florencia, eres mi hermana y estás un poco tonta y enamorada de Amelie, pero ese hombre es él padre de la bebé y tiene todo el derecho de verla —
Florencia se mordió el labio nerviosa mientras ve a su bebé completamente dormida en ese portabebé, la vistió tan preciosa que es igual a una muñeca y le puso el perfume más especial, ese que hizo para su bebé. Le gustaría salir corriendo con su bebé y esconderse entre las cafés cerca de la Torre Eiffel, pero eso no puede hacer. Le duele demasiado pensar que se llevarán a su hija aunque sea solo unas horas, pero no estará con ella, alguien más la abrazara y si llora no podrá calmarla. Florencia se abrazó al cuerpo de su hermana buscando consuelo.
— Le dije a Amelie que tú cuidarias a la bebé porque eres la mejor tía y adoras a tú sobrina — dijo cabizbaja — Así que sigue el plan —
Florencia se quedó hecha como una piedra cuando la puerta de su perfumería se abrió para dejar entrar al papá de su bebé, claro que sabe su nombre pero prefiere llamarlo como él hombre salvaje que la embarazó. Es tan diferente a Amelie, que ese hombre atrae las miradas al llegar y acercarse al portabebé de Paris y revisar a su hija, quizá lo único que le pasa es qué aún no se acostumbra a compartir a esa cosita preciosa con alguien más y menos con un hombre.
— ¿La cuidarás bien? — Florencia se acercó a su bebé con nervios ¿y si no sabe que hacer cuando Paris lloré? Es un hombre, no debe estar acostumbrado a los bebés — Ella se despierta cada dos horas para comer y tienes que sacarle el aire o llora muy fuerte, le gusta que le acaricien las mejillas para dormirse. Pero si pasa algo, solo tienes que llamarme ¿Lo harás, verdad? —
William puede ser un mal hombre en muchas cosas, pero menos para hacer sufrir a la madre de sus hijos, conoce como se preocupan al extremo, eso hacia Annie cada vez que salía con James y eso hace Florencia con su rostro preocupado. Claro que sabe cuidar de un bebé, sabe cambiar pañales y sabe calmarlos cuando no pueden dormir, él hacia eso con James y la costumbre nunca se olvida.
— Ella estará bien y si pasa algo llamaré a tu hermana, lo se de memoria —
— ¿La traeras en unas horas? Ella es muy pequeña y tiene que comer... — la interrumpió al tomar él portabebé y colgarse la pañalera.
— Lo haré, te lo prometí y lo pienso cumplir, solo un par de horas y Paris estará de vuelta en París — contestó como si fuera un trabalenguas — Todo estará bien, Florencia. Ella también es mi hija, la voy a cuidar —
William jamás mintió cuando dijo que cuidaría muy bien de su hija y cuando su pequeña Paris intentó llorar porque la alejó de su madre, la abrazó recostandola sobre su pecho para calmarla, los bebés necesitan sentirse seguros, por eso Paris aferra sus diminutas manos al cuello de su camisa y durante todo el corto vuelo hasta Londres su hija no quiso moverse de lugar, es como si necesitará estar con él, la entiende, debe ser terrible tener dos mamás y aparte un papá.
Es tan pequeña que teme hacerle daño y cuando cambio su pañal antes de bajar del jet, recordó lo que era tener hijos. Pero Paris es diferente a James en todos los sentidos, su hijo siempre fue un bebé enfermizo al cual que no se le podía tocar sin tener miedo a enfermarlo y Paris es diferente, por sus regordetas y rosadas mejillas puede darse cuenta que no esta enferma y cuando se estira en su pequeño traje blanco y mueve su cabecita lentamente como un gatito, se da cuenta qué lo único que tiene es mucho sueño.
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
RomanceFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...