Florencia
— Hey pelirroja, tú hermana y yo hicimos un trato, les di de cenar y una buena celda para ustedes solas, ahora deben pagarme, si tú me besas y me enseñas los senos. podrán salir en esté momento — Dijo ese policía de sonrisa asquerosa que está de pie frente a la celda — ¿Que dices, pagas o se quedan aquí hasta que paguen la costosa fianza? —
Florencia entrecerro los ojos furiosa recordando la primera razón por la cual antes no le gustaban los hombres, porqué son unos asquerosos, digna de sí misma se cubrió el pecho con su chaqueta para que ese policía no vea ni un solo espacio de su piel, además, desde hace horas que debió de haber dado pecho así que su blusa está mojada por la leche materna, esta asustada, avergonzada, los senos le duelen como nunca antes y tiene tanta hambre como nunca antes la había sentido, qué lo último que quiere es a un horrible hombre.
— Claro que no le pagaré nada, viejo asqueroso — Dijo llena de coraje — Váyase de aquí —
El policía se burló de ella pero se dio la media vuelta y se fue, en cambio Celine se levantó de donde estaba sentada y abrió la boca sorprendida.
— Florencia acabas de arruinar el trato — Dijo con asombro — Sólo es un beso y además tú le enseñaba los senos a todo el mundo, ¿Porque ahora ya no? Además Will jamás se dará cuenta de esto —
Florencia tomó asiento al fondo de la celda frunciendo el ceño al sentir esos calambres en sus senos porque urgentemente necesita sacar toda esa leche
— ¡No! No quiero y William si se podría dar cuenta, ya bastante enojado va a estar cuándo vea el pequeño golpe que le di a su auto y todo lo que tendrá que pagar para sacarnos de aquí — Comentó mirando de reojo a su hermana — Con un demonio Celine, ya se que me desnudaba ante cualquiera, más cuando Amelie me pintaba, pero eso era antes, ahora ya me regenere —
— Si claro hermana, la que nace puta jamás deja de serlo — Celine soltó una carcajada y la llenó de besos en la mejilla — Vale, sino quieres hacerlo yo lo haré por las dos, porqué nuestra madre me enseño a ser valiente, yo le enseñaré los senos —
— ¡No Caline! Estas loca — Dijo deteniendola por el brazo — William dijo que vendría por nosotras, esperemos, no le hagas caso a eso maldito policía —
— Bueno, pues espero que tampoco te olvide aquí Florencia, sino estamos fritas —
Celine tomó asiento a su lado poniendo su cabeza sobre su hombro para descansar, puede que su hermana tenga unas ideas locas, pero la adora con toda su alma, así que también la tomó de la mano y acarició su cabello rubio mientras esperan para salir de la celda.
— Te dije que no deberíamos de haber ido a esa casa, resulta Celine que tus ideas siempre son pésimas —
Su hermana soltó un bostezo y se abrazó a su pecho apretandole los senos.
— Es genial Florencia, vamos desde que nos robamos un pan en La Provenza, nunca nos había atrapado la policía, es una nueva experiencia —'
— Pues a mi no me gustan este tipo de experiencias, no se, preferiría ver hombres desnudos a estar encerrada en una celda — Dijo Florencia fulminado con la mirada a todos esos policías.
— Queria salir antes porque me preocupa mucho Darcy, podría estar llorando por mi, aunque supongo que los bebés están bien cuidados por mamá —
Florencia besó a su hermana en la mejilla.
— Hay dios Celine, ya eres toda una mamá —
Florencia aun está aterrada y llena de desesperación por salir de nuevo a las calles, mueve sus piernas de nervios y se muerde el labio con fuerza, quiere irse tomar una ducha y recostar la cabeza en la almohada y cuándo levanta la mirada y ve como pasa las horas una parte de ella está segura de que William no vendrá, quizá está furioso porque tomó su auto y lo chocó, pero esas dudas se acabaron y se levantó de inmediato tumbando a su hermana, al escuchar ese refinado acento Inglés.
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
RomanceFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...