Capitulo 86

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William

William se pasó las manos por el cabello y levantó la mirada para ver esa gran casa en el centro de Londres, es una mansión espectacular, la compró cuando esa perfumista lo abandonó todo un año, pero en esos días todo era de color gris para él, odiaba levantarse por las mañana y no escuchar más que sus propios latinos porque la casa estaba mortalmente sola, hacía su trabajo y los recuerdos de la muerte de su hijo James lo volvían loco, pero la preocupación por saber de sus hijas lo mataba lentamente, quizá en ese año se volvió un hombre amargado, que buscaba sexo en cualquier mujer que le abriera las piernas, pero cuando esa peliroja volvió a Londres, quizá sus perfumes sí tienen un elixir especial, porque ya no se pudo alejarse de ella y quedó tan hipnotizado que hasta la hizo su esposa.

Esas dos pelirrojas y esa bebé de adorable cabello rubio lo tienen como un loco detrás de ellas, porque esta seguro que está vez Florencia no saldrá corriendo, a lo mejor lo único que ella necesitaba era sentirse segura en una relación, ahora tiene esa estabilidad. En cuanto bajó de su auto casi corrió a la puerta principal y ni siquiera le hizo caso a los sirvientes que quieren tomar su saco, solo quiere ver a sus chicas e invitarlas a cenar para celebrar el inició de su mudanza.

Pero se llevó una gran sorpresa al ver el nuevo corte de cabello de esa pelirroja que siempre lo deja en vergüenza, porque para Paris es cómico decir follar, es como su palabra favorita, ahora esa bebé luce nerviosa y asustada, sus ojos están muy grandes y sus mejillas sonrojadas.

— ¡Papá! —

Paris corrió hasta él, con el rostro llenó de horror, quizá esta asustada porque la casa es demasiado grande y ella está acostumbrada a ese pequeño departamento donde la habitación casi era la cocina, aquí parece una pulguita en medio de los grandes muros, su cabello está desecho, se ve más corto y luce muy extraña.

— ¿Qué te pasó en el cabello cariño? — William soltó una carcajada y le pidió a los sirvientes que se fueran, no los van a necesitar está noche saldrán fuera a cenar, quiere que todo Londres conozca a su nueva esposa — ¿Intentas parecerte a la hija de la reina? Creó que esa pijamada te afectó mucho —

Paris lo fulminó con la mirada y se cruzó de brazos, se ve tremendamente pequeña en esa chistosa pijama, le hubiera gustado que James tuviera esa energía, que se pusiera furioso o que llorará con fuerza, pero sólo estaba enfermo todo el día, Paris tiene un carácter difícil, más porqué no puede dejar de reírse del flequillo desecho de su hija.

— ¡Papi no te burles de mi! — Paris lo tomó de la mano para obligarlo a caminar — Creó que mamá mató a una mujer, ayúdanos a esconder el cuerpo

Soltó una fuerte carcajada, a veces Paris dice cosas que no son porqué tiene una una gran imaginación, aún así la siguió por el pasillo porque adora las locuras que hace su hija, la casa esta vacía, pero tuvieron que seguir caminando mientras suelta carcajadas al ver como se mueven las pequeñas pantuflas de Paris al caminar, pero esta vez su pequeña consentida tenía toda la razón, algo pasó y por eso se escuchan los llantos de Florencia, y si ella llora, London también también llora al igual que su mamá, tampoco fue difícil descubrir que algo les pasa, Florencia corrió hasta él con el rostro llenó de miedo y London, su adorable bebé, esta aferrada al vestido de su mamá mientras las lágrimas bajan por sus mejillas.

— ¡William! — Florencia camina de un lado a otro, se cubre de la lluvia en esa terraza, pero esta seguro que ese fino vestido floreado no la cubre del frío, mucho menos a su pequeña London — Lo siento William, tú sabes que yo no soy agresiva y se que te dije que iríamos a cenar con las niñas para celebrar, pero dios, lo siento muchísimo

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora