Capitulo 45

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Florencia 

— Paris, espero que no seas tan tonta como mamá. Supongo que los ojos siempre son más listo y tu eres mi bebé perfecta — Florencia suspiró a punto del llanto y acaricio la suave mejilla de Paris mientras su hija la mira con esas esmeraldas verdes que heredó de ella — Soy una tonta por  enamorarme de tu papá —

Paris no hizo más que parpadear un par de veces y pegar su rozada boquita a su seno succionando la leche que tanto le gusta mientras sus pequeñas manitas juegan con los mechones de cabello de su mamá. Florencia se limpió un par de lagrimas y pegó a esa pequeña bebé vestida de blanco a su pecho. Esta segura que cuando Celine y su madre se enteren que esta embarazada de nuevo se volverán locas, así como Florencia se siente ahora, loca de coraje y de celos.

— Supongo que ahora tendrás que compartir a tu papá con tu hermano, yo creo que debe parecerse a ti Paris,  porque tu papá tiene buenos genes. Aunque la esposa de tu papá es bastante fea — Florencia soltó el aire y recostó su cabeza sobre la almohada — Ahora yo también tendré que compartir a tu papá, con su ex esposa y su hijo. No podré tenerlo para mi sola. ¡Dios Paris! Jamás te enamores de un hombre casado, quizá a ti te gusten más las chicas, son bastante lindas. ¿Y si te das cuentas que siempre te gustaron los hombre igual que yo? —

Su hermana Celine refunfuño molesta en la cama. Su hermana es un pequeño demonio rubio el cual odia ser despertado en plena madrugada, pero era dormir en el departamento de su hermana o irse a la casa de esa maldito traicionero abandona hijos. Así que esta hecho un ovillo en la esquina de la cama.

— ¡Cállate Florencia! — Paris se aferró a su seno llena de miedo al escuchar la voz de su tía — Deja de decirle a tu hija que sea lesbiana y déjame dormir —

Florencia miró de nuevo a su bebé, Paris tampoco puede dormir, juega con sus manos y no hace más que tener su boquita pegada a su pezon todo el tiempo. Florencia la beso tiernamente en esas mejillas regordetas que tanto quiere, pero cuando mira a su bebé, se arrepiente de haber pensando en abortarla porque Paris es perfecta, es su hija y la quiere con locura.

— No te preocupes Paris, yo siempre te voy a querer, así te gusten las niñas o los niños tontos que solo rompen corazones —

Florencia cerró los ojos un momento, esta cansada, y su cuerpo necesita dormir, quizá no lo haga, muy posiblemente Paris y ella pasen toda la noche en vela porque su bebé necesita su cómoda cuna rosa y Florencia necesita recostar la cabeza en esas suaves almohadas con el perfume masculino, y no en las de su hermana, donde cualquier desconocido duerme. Pero Florencia siempre sale corriendo ante cualquier problema, por eso salió tan rápido de la perfumería y dejó encerrado a William sin escuchar ninguna explicación.

Se sintió como una maldita madrastra arruina infancias.

Estaba por caer en los brazos de morfeo pero un par de golpes en la ventana del departamento de su hermana la obligaron a ponerse de pie con su hija en brazos. ¡¿Quien demonios no las deja dormir?! Paris esta a punto de llorar porque tuvo que separarla de su seno.

— No llores cariño, de seguro solo es un loco molestando a medianoche, pero si es algún novio de tu tía lo vamos a correr por despertarnos — Florencia recorrió las cortinas y miró por la ventana — No es ningún loco, es tu papá —

Florencia abrió la ventana llena de furia, porque al último hombre que desea ver es a... ese infiel abandonada niño. Pero William no las iba a dejar de molestar, así que se asomó por la ventana antes de que su hermana llame a la policía pensando que es un intruso. 

— ¡Vete William! Déjanos dormir — Florencia lo con soslayo y furia reprimida. Siente las mejillas calientes, quizá porque quiere llorar o porque esta enojada — Vete a la cena fantástica con tu ex esposa y déjanos en paz a nosotras —

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora