La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]

Capitulo 92

Florencia

Florencia pasó saliva llena de nervios, aferró sus manos al cinturón de seguridad para poder calmarse, pero eso no sirvió para nada, incluso pensó que vomitaria de los nervios y por eso bajó la ventanilla del auto, pero fue peor porqué el olor de los típicos pretzels franceses la sedujeron por completo y le trajeron a la mente recuerdos que ya había olvidado, pero no pudo resistirse, hasta pasó saliva para ahogar esas palabras que estar por salir, pero no pudo, así qué con los ojos llenos de súplica, se giró hacía William antes de que siguiera manejando.

— ¡William por favor! Tienes que hacer algo por mí  — Se aferro a su fuerte brazo suplicandole con su voz y con el brillo de sus ojos verdes — ¡Necesitó ir a mi viejo ático! —

William detuvo el auto lo más rápido que pudo, quizá pueda que esta enferma o que le pasa algo, a estado paranoico sobre su embarazo de trillizos, en cuanto se detuvo, se giró a verla extremadamente confundido, pero es lo malo de regresar a París, sólo vinieron al cumpleaños de los hijos de la reina, pero está pequeña ciudad le trae a la mente muchos recuerdos de una vida pasada que era tóxica, pero  tiene lindos recuerdos de su vida en ese viejo ático, pero ese Inglés no conoce esta ciudad, sin embargo, por azares del destino, él auto de William paso su  justo enfrente de ese viejo edificio donde ella vivió, y la duda la carcome tanto por dentro qué solo quiere ir a verlo.

— ¿Qué, regresar a ese lugar horrible? — William negó con la cabeza y aferró sus manos al volante — No creo que sea bueno regresar a ese ático Florencia, aunque supongo que lo quiere hacer porque aún estás sensible por lo sucedido con...¿Dios, cómo se llama? —

Paris dejo su jugo a un lado y se metió de nuevo en una conversación de adultos.

— ¡Amelie, papá! Es la mujer loca que quería llevarse a mamá —

Pero aún no puede convencer a William qué intentó mover el volante de nuevo para irse por las calles de París y alejarse lo más pronto posible de ese lugar, pero Florencia volvió a tomarlo del brazo.

— Por favor Will, te juro que no tiene nada que ver con Amelie, pero me gustaba  muchísimo este ático — Florencia se quiero el cinturón y abrió la puerta del auto, está decidida a ir — Yo solo quiero ir a verlo por unos minutos, ¿Me acompañas o te quedas aquí en el auto? —

William se recargó en su asiento y negó se nuevo.

— Mejor las niñas y yo aquí te esperamos, ese ático tiene malas vibras de esa mujer — 

Ni siquiera de dieron cuenta en que momento Paris se quitó el cinturón, pero lo notaron por que una pequeña muñeca pelirroja ya se estaba bajando del auto, es muy pequeña, con su rebelde cabello rojo inconfundible.

— Yo no me quedo en el auto papi — Paris sonrió como una pequeña coqueta y la tomó de la mano — Vámonos mamá —

Florencia soltó una risa por lo bajo y vio cómo William tuvo que bajarse del auto sin nada de ganas, él odiaba esté lugar, jamás le gustó este destartalado y viejo edificio, lo confirma porque muestras suben cada escalón de esa interminable escalera de caracol, London, esa muñeca preciosa, y él miran todo con asco. Lo qué William no sabe, es qué ella se pasaba horas anhelando verlo llegar con Paris en brazos para entregarle a su bebé, se quedaba como tonta mirándolo quitarse la pañalera qué no combinaba con su costoso traje, quiza en ese momento de seguro él no se fijaba en ella porqué pensaba que era lesbiana, pero Florencia ya estaba tontamente enamorada del papá de sus hijas.

Tomó a Paris en brazos para poder subir más rápido las viejas escaleras, william tiene el ceño fruncido y no está muy de acuerdo con su locura, pero aún así la siguió con London sobre su pecho, eso le recordó muchísimo a cuándo dejaba a Paris en el ático, la única diferencia es qué antes se odiaban, ahora están locamente hipnotizados por sus perfumes.