La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]

Capitulo 61

William

— ¡Maldita sea! —

Gritó William llenó de rabia e impotencia, hasta su secretaria salió corriendo al verlo llenó de ira. Realmente es muy raro que pierda el control de sus emociones pero cómo no hacerlo si hasta él pudo escuchar el corazón de su perfumista al romperse.

Florencia jamás debió verlo de esa forma, no cuando una chica semidesnuda estaba sobre él. William sabe que no iba a tener sexo, de eso esta seguro, quizá fue un mal hombre al aceptar besar a esa rubia, pero de un par se besos y sostenes en el suelo no pasaría, porque por primera vez en su vida se prometió serle fiel a una mujer, pero Florencia no lo cree así, no necesitó que le gritará, sólo lo miró y salió corriendo como si él fuera el hombre más mierda del mundo.

Cada que cierra los ojos mientras se acomoda la camisa, William puede ver esos preciosos ojos verdes llenos de lagrimas, sus mejillas sonrojadas, sus labios entreabiertos y cada vez que recuerda a Florencia se siente mil veces peor. Así que preparó sus cosas para salir corriendo de ahí e ir a buscar a sus hijas y a su madre.

Pero pudo ver de reojo a aquella rubia que se lanzó sobre él, se supone que esa mujer vendría a traerle unos papeles del rey, no a arruinar su relación, bueno, no más de lo que ya estaba, pero en lugar de dejar papeles sobre el escritorio, se quitó el sostén y se lanzó sobre él sin dejar de besarlo y en ese maldito momento, entre la confusión, los besos de esa mujer y sus ganas de quitársela de encima, su pequeña Paris abrió la puerta y todo se fue a la mierda.

— Te he visto en alguna parte y no es en el palacio — Dijo William con la voz llena de furia.

Aquella mujer sonrió de lado con nerviosismo.

— No lo creo, eres el abogado del rey y yo su asistente, solo me has visto en el palacio..  —

William la interrumpió y la sujetó fuertemente del brazo.

— No — su agarre se hizo muy fuerte y la fulminó con la mirada  — Ya se donde te he visto, tú vives frente a la perfumeria, eres la novia de Amelie. ¡Mierda! ¿Qué no se supone que las chicas lesbianas no besan hombres? —

— ¡Tú me besaste! — replicó aquella mujer.

— No, yo no te bese — William entrecerro los ojos tan enojada que siente que las venas de su cuello se saltan — Pero tú me besaste en el momento indicado, sabías cuando hacerlo, sabías que Florencia vendría aqui al despacho —

William se alejó de ella y se pasó las manos por el cabello llenó de desesperación y coraje.

— ¡Dios que tonto fui! ¿Ese artista loca tiene algo que ver con esto, verdad? — William sonrió con molestia — Si Florencia se decepcionaba de mi, de nuevo creería que los hombres son una mierda y correria a los brazos de esa maldita artista ¡¿Dime esa maldita artista loca tiene algo que ver en esto?!

Aquella mujer lo miró con los ojos llenos de nervios, por un momento se quedó callada, pero después sus palabras dejaron a William peor de lo que ya estaba, porque él sabía desde el principio que esa maldita artista no se había cambiado solo por casualidad a Londres.

— Amelie y... yo somos buena amigas desde la infancia, ella me ofreció dinero si decíamos que era mi novia para poner celosa a su ex — Aquella mujer esta al punto del llanto — Tu me gustaste desde que te vi con el rey, Amelie dijo que ella se quedaría con la perfumista y tú conmigo, pero  no sabia que tenias hijas ¡Lo siento muchísimo! ¡Perdoname, puede arreglar las cosas, puedo decirle a tu novia que todo fue un plan!  —