La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]

Capitulo 81

Florencia

— ¿Dónde esta papá? — Preguntó Paris con voz angustiada mientras sujeta su mochila llena de sus juguetes, su hija aferra sus manitas con fuerza a su mochila cómo si tuviera miedo y sus ojos verdes están llenos de lagrimas — ¿Vamos a irnos otra vez lejos de casa?

Florencia quiso responderle a su hija que no se iran a ningún lugar, que su casa está en Londres y París, para que sus adorables ojos verdes no estén llenos de lágrimas, pero si se pone a explicar todo ella también se pondra a llorar, porqué este viaje es muy especial para Florencia, tampoco puede contestar porque no puede alejar la mirada de la estrechas calles de La Provenza, su pequeña London llora desconsoladamente y bate sus manitas desde el asiento trasero del auto, Paris está a punto de las lágrimas y Florencia no quiere atropellar a ningún inocente, así que aferró sus manos al volante y se dispuso a manejar en esa costosa camioneta que le regaló William.

No es que Florencia sea la mejor conduciendo, antes lo único que conducía era ese viajo auto destartalado de su hermana y manejarlo por París ya era toda una odisea, está camioneta es muy cómoda pero apenas cabe por las pequeñas calles y llama la atención de todos, las niñas tienen espacio suficinete para todas sus maletas y están cómodas en esos asientos de piel, Paris tiene sus juguetes preparados para el viaje y London su biberón, pero sus hijas están al punto del llanto porque no tienen a su papá cerca.

Pero Florencia está nerviosa, mira a sus hijas por el rabiño del ojo y los llantos de London la vuelven loca, no puede concentrarse porque esta jodidamente   nerviosa por volver a ver de nuevo a su madre. ¿Y sino quiere verla? ¿Y sino quiere volver a ver a sus nietas y no quiere saber de su embarazó? Por más que Florencia intente hacerse la fuerte la verdad es que ella también necesita a su mamá, pero entiende que debe estar furiosa con ella, así que esta en esté pequeño pueblo pintoresco buscando un hotel donde pasar la noche si su madre la corre de su casa, tiene esa gran casa con mirada a ese mar azul pero tiene todo él perfume de William y eso la hace sentir peor, pero nada fue comparado a la voz llena de tristeza de Paris.

— ¿Mami vamos a regresar con Amelie de nuevo? — Paris tiene las mejillas llenas de lágrimas — ¡No quiero! Quiero ver a mi papá. ¡¿Porqué no me dejas ver a mi papi?! Tú eres una mala mamá —

Esa palabra afectó tanto a Florencia que detuvo la camioneta, la apagó, se quitó el cinturón y se fue a sentar a la parte trasera con sus hijas. No considera que sea la mejor mamá, en realidad comete muchísimos errores porque jamás sintió que tendría ese instinto maternal, pero adora a sus hijas y está vez no las trajo a la Provenza para escapar de William, sino para disfrutar del cumpleaños de su madre mientras se celebra la boda de William en Londres.

Florencia tomó en brazos a su pequeña London, parece que sus llantos jamás van a calmarse y su rostro está rojo del llanto, no es más que una delicada bebé que está celosa de su embarazo, ahora llora más y la única forma de calmarla es darle pecho, así que Florencia bajó el tirante de su vestido y dejó que London se aferrara a su pecho mientras que su respiración se va calmando, pero al mismo tiempo también limpió las lágrimas de Paris y le sonrió ampliamente. Su hija es una pequeña reina del drama, sin lugar a dudas lo heredó de ella.

— No te estoy alejando de tu papá cariño, él siempre estará contigo, sólo venimos aquí a la fiesta de tú abuela — Florencia sonrió ampliamente cuando Paris se aferro a su cuello y gimoteo por el llanto — No será una fiesta como la de las princesas, pero te divertirás mucho y conocerás a toda mi familia, también podemos ir a la casa que su papá compro para ustedes. ¡Oh Paris! Tiene una bella vista a la playa, te enseñaré a nadar, te llevaré a recorrer las parcelas llenas de flores y harás tu propio perfume, después regresaremos a casa en Londres  —