Capitulo 34

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Florencia

— ¿Sabes que dejé a mi ex novia por ti Florencia? — Amelie acarició delicadamente sus hombros mientras limpia la espuma que dejo el jabón — Recurdo que ese dia volvía a casa de una fiesta con mi exnovia y mis amigas y tu estabas... —

Florencia chapoteo el agua con sus piernas emocionada. Amelie y ella apenas caben en la pequeña bañera de su destartalado baño, pero Florencia se recuesta sobre el pecho de su novia mientras pasa sus pies por las piernas suaves de Amelie y sonrie al ver que las burbujas apenas cubren sus senos desnudos.

— Amelie — soltó una carcajada cuando su novia la beso en el cuello — ¡Que vergüenza! No recuerdes ese día, estaba tan nerviosa y de seguro me veía horrible —

— ¿Horrible? Para nada. Lo que me hice detenerme en tu perfumería y mirar a través de la ventana, fue tu cabello rojo, recogido en moño, con los mechones tocando tu blanca piel y ese pequeño vestido floreado. Lucias tan  preciosa que pensé: esa chica tiene que ser mía — Amelie acaricia delicadamente el camino hasta sus senos — Esa misma noche termine a mi novia y al siguiente dia estaba en tu perfumedia tratando de conquistarte, recuerdo que me tenías tanto miedo cuando te invité a una cita, que creí que no eras lesbiana —

¿Que no era lesbiana? Claro que siempre lo fue, solo que Amelie llego tan decidida a hacerla su novia que casi la besa el primer día que se conocieron y delante de su hermana. Pero Florencia sabe que esos sonrojos, esas mariposas nerviosas cuando por fin salió con una mujer y cuando Amelie se convirtió en su novia, todo eso valió la pena porque Amelie es la mejor novia que algún día pueda existir.

— ¿Porque me dices esto Amelie? Quizá solo quieres burlarte de mi porque ese día me puse tan nerviosa que derrame el café en nuestra cita —

— Lo que quiero decirte, es que siempre has sido tú. Con ninguna otra mujer habla sentido esto y ese día en la perfumeria supe que yo te quiero conmigo — el aire frío que entra por la ventana las hizo temblar, pero no quieres cerrar la ventana porque la vista de la torre Eiffel es espectacular — Se que hubieron ciertos problemas y que termine dándote una bofetada, pero me arrepiento demasiado de eso

— Amelie yo...

— Shshs, no me cortes la inspiración. Yo no quería dejarte sola embarazada Florencia, pero ahora todo cambio, digamos que por fin tus padres me aceptan — ambas rieron fuertemente cuando sus vecinos las vieron en la bañera — Y Paris es perfecta, oh dios, creo que ya hablo como una mamá. Pero siento que ella es mi hija y ella sabe que yo soy su mamá, quería decírtelo con Paris presente, ya sabes hacer algo romántico, con flores y perfumes, pero nuestras bebé está con el idiota de su papá. Espero no me rechaces Florencia... ¿Quieres casarte conmigo? —

— ¡¿Es broma?! — Florencia se giro por completo y se recargó en el otro extremo de la bañera — A ti no te gustan las bodas y menos los vestidos blancos —

— Tienes razón, quizá yo me ponga un traje negro, pero tú definitivamente te pondrás ese vestido blanco. ¡Vamos Florencia!, Paris necesita una familia y tenemos que demostrarle a ese idiota que nosotras no lo necesitamos y yo te quiero mucho, ¡Solo di que si! —

Florencia se quedó unos minutos sin respiración sin poder moverse, ya que su cuerpo se paralizó al escuchar aquello. ¿Como no decirle que si? Todo lo amerita, la hermosa vista de la torre Eiffel, su bañera con burbujas, los últimos rayos de sol y la resplandeciente sonrisa de Amelie. ¡Claro que la quiere! Así que Florencia se lanzó sobre los brazos de su novia y la tomó del rostro para besarla.

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora