William
William supo que su rivalidad comenzó desde que él rey cruzó el umbral de su puerta, lo hizo con esa característica mirada de superioridad y desdén, entrando junto a sus hijos, esos tres niños que con tanto anhelo había estado esperando Paris.
— ¿Creés que él hijo del rey es bonito?—
William aferró junto a su pecho a sus dos pequeños, Will y France, los dos bebés vestidos de la misma manera, los acarició en la mejilla y bajó la mirada para ver a Paris con rostro enamorado.
— Creo que es el niño más feo que he visto en toda mi vida —
William soltó una carcajada al ver el rostro furioso de su hija, luce preciosa con sus mejillas sonrojadas cómo un pequeño demonio.
— ¡Papá! —
— Esta bien — William se arrodillo para quedar a la altura de su hija — Creó que es un niño bastante bonito, ¿Te gusta mucho cariño? —
Paris se cubrió el rostro avergonzada
— Mamá y yo prometimos que no te diriamos nada, pero le di un pequeño besito pequeñito, porque se escondió detrás de su mamá, es qué ese niño me gusta mucho — Paris lo miró con miedo — ¿Estás enojado? —
Está furioso y quisiera matar a ese niño, pero fingio una sonrisa.
— No, claro que no, pero debes entender que él es un pequeño al igual que tú, se que te gusta, pero a está edad debes preocuparte por muñecas y juegos de te —Paris asintió levemente —No dejes que el amor te haga sentir mal tan rápido, se una niña y cuándo sea correcto ve detrás de ese niño, pero ahorita disfruta de tu infancia, les hice está fiesta y estas aquí triste porqué un niño no te hace caso, solo diviértete cariño y no que hagas caso a tú tía Celine —
— Pero ella me ayuda hacer las cartas — contestó su hija con el rostro avergonzado
— Entonces deja que tu tía te ayudé cuando estés más grande, incluso cuándo ese niño sepa leer, porqué tu tampoco sabes escribir Paris —
Paris se aferró a su cuello aplastando a sus hermanos al abrazarlo.
— ¿A que edad ya estoy grande y puedo tener novio? —
—A los 40 años, a esa edad ya puedes mandarle cartas a tú enamorado —
Paris sonrió con esa inocencia que tanto la caracteriza.
— Si papi adorado —
William tomó a su hija de la mano y ambos se acercaron hasta su mejor amiga, esa niña rubia que algún día será reina de Inglaterra, pero que ahora sólo es una niña tan emocionada como su hija.
Esto es lo extrañó de la situación, antes William ni siquiera se paraba a las fiestas infantiles ya qué siempre lo dejaban con un mal sabor de boca y Annie, su ex esposa siempre se volvía loca y asustaba a los niños, ahora está tan emocionado cómo esos dos bebes que lleva recargados al pecho y que abren sus ojos para conocer el mundo.
— Majestad, es un placer recibirlo aquí —
— William — Ese rey sonrió de lado miestras toma de las manos a sus trillizos — Tú fiesta es maravillosa, mis hijos están encantados con esté lugar, hiciste muy buen trabajo, te felicitó —
Eso era lo que William había querido escuchar todo el tiempo, por fin pudo ganarle al rey, o puede que ese rey solo haya fingido amabilidad mientras que dentro de él planea hacer una mejor fiesta
Cuando la fiesta terminó y los invitados se fueron poco a poco, cuando vio los cientos de regaños abiertos y los juguetes regados por el suelo, abrazó a Paris y la recostó en su habitación, ya mañana podrás divertirse mucho más, la besó en la frente y cerró la puerta de su habitación. London se quedará con ellos porque comió demasido pastel y podría sentirse mal por la noche, porque vaya que sí comió muchísimo.
Pero al entrar a la habitación vio a London y a Mila recién bañadas y dormidas entre las sábanas de la cama, siguió el olor de ese perfume y entró al baño solo para ver a Florencia tomando un baño con el pequeño France y Will recagado en su pecho.
Los niños está desnudos y acurrucados en el pecho de su mamá miestras el agua caliente lo tranquiliza, apenas y mueven sus manos y parpadean lentamente.
— France y Will tienen cólicos — Florencia le puso agua sobre sus pequeñas espaldas para que dejarán de temblar — Creó que mi leche no los está alimentando bien ¿Y si mueren? Una vez se me murió un gato porque no comía bien —
William tomo asiento en la esquina de la bañera y beso ese atractivo cuello de Florencia haciendola temblar por su tacto, esa francesa lleva el cabello sujeto en un moño despeinado y algunos rebeldes tocan la piel de sus hombros, haciéndola mil veces más deseable.
La vio ponerse en pie totalmente desnuda y la ayudó a cubrirse para que no tenga frío.
— No van a morir como tú gato, solo aún no se acostumbran a tú pecho, lo harán en unos días —
Florencia se cambió de ropa y tomó asiento en la esquina de la esquina de la cama
— Jamás pensé que tendría hijos, ya sabes, creí que sería estéril o algo así —
William soltó una fuerte carcajada, divirtiéndose por la inocencia de esa perfumista
— Creo que el destino nos tenía preparados para estar juntos — La beso suavemente en la mejilla — Ganamos, hicimos la mejor fiesta infantil del año, ahora hagamos que nuestra boda sea mucho mejor que la del rey —
Nota de la autora
🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍🥰😍
La pobre Paris si está muy enamorada, digamos que el hijo del rey será su amor platónico......
Espero que ese niño no sea igual de mujeriego como su papá, sino Paris ya sabe la receta del amarre, perdón, perfume.
JAJAJAJAJAJAJAJA
Déjenme pienso en una receta súper rara y chistosa y ya les diré de que están hechos los perfumes de Florencia
Mientras tanto sientanse así de felices cómo William con sus hijos 😍😍🥰
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
RomanceFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...