Florencia
— ¿Me vas a llamar en cuanto llegues?— Amelie no deja de abrazarla, no quiere separarse de ella, hasta recuesta su cabeza en su hombro — Florencia, necesitó que me llames, no puedo estar sin ti —
Celine, su hermana, rueda los ojos molesta de su escena de romanticismo, esta ahí, tocando el volante de su viejo auto, esperando a que Amelie deje de abrazarla y besarla en la mejilla. Florencia tomó a su novia por los hombros y la alejó un poco para darle un sonoro beso en la boca, sonrió demasiado cuando su hermana hizo una mueca de asco.
— Hasta te enviaré fotos Amelie — pechisco su mejilla cariñosamente — No te vuelvas loca estos días sin mi —
Su novia soltó una larga carcajada, su sonrisa tiene es brillo hermoso. Amelie le pasó su bolso y le arregló el tirante de su vestido floreado. Entre mujeres es mejor. Amelie sabe en todo momento cómo hacerla feliz.
— ¿Loca yo? Jamás. Celine ¿Podrías cuidar muy bien a tu hermana? Ha estado extraña estos días —
— Ni que lo digas, tiene un humor de los mil demonios — contestó su hermana.
— ¡Florencia diviértete! Esperó que cuando llegues vuelvas a ser la misma de antes — su hermana encendió el auto, pero Amelie la tomó del rostro y la beso profundamente — Dile a tú madre que eres lesbiana. De verdad quiero conocerla y no tener el miedo de que me vaya a matar por salir con su pequeña bebé. Te amo cariño —
Celine encendió el auto y condujo por la calle, pero Florencia sacó la cabeza por la ventana para despedirse de su novia. Decir que ha estado extraño estos días es poca cosa, ha estado totalmente insoportable, ni ella misma tolera su mal carácter.
— ¿No pensarás decirle a mamá que eres lesbiana? — Florencia miró a su hermana — Es su cumpleaños, si se lo dices, la fiesta se arruinará —
— No lo haré, no le dire nada —
Su madre... es ese pequeño ser al cual le tiene un miedo terrible. Por eso se fue de casa, porque le gustan las mujeres y su madre la habría matado si lo descubre. Su madre y su padre, son esas personas con una cultura antigua, son agradables, pero no aceptan los cambios. Están orgullosos de decir que sus ocho hijos están casados y con hijos, bueno, Celine tiene novio, pero ella..., la pequeña bebé de la familia, es la oveja negra.
Florencia quisiera llegar un día y decirle: ¡Mamá soy lesbiana! Pero eso sólo pasa en sus sueños.
— ¡¿Qué pasa Florencia?! — preguntó su hermana al verla pálida del rostro. Él viaje de vuelta a casa es tan largo y tan incómodo, que se siente enferma.
— Para él auto — su estómago se siente terrible y tiene muchísimas ganas de vomitar, incluso esta sudando — ¡Para, por favor! —
Celine detuvo el auto junto a los grandes sembradíos de flores exóticas que usan para los perfumes. Lo siente tanto, pero Florencia apenas tuvo tiempo para abrir la puerta del auto y desechar todo su desayuno.
— Toma un poco de agua. Te ves terrible Florencia — dijo Celine tocando su frente, como una hermana sobreprotectora.
— No me veo, me siento terrible —
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
Roman d'amourFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...