Capítulo especial
William
Años antes
William miró el cuerpo desnudo de su amante en la cama antes de acercarse a la ventana del hotel mientras se abrocha la camisa. La suave brisa de la mañana mueve los mechones de su cabello y él olor a café recién hecho lo invita a bajar por las callejuelas parisinas. Está era la ciudad favorita de James, a su hijo le encantaba venir aquí y quedarse hasta tarde mirando la luz de la Torre Eiffel, pero su hijo ya no está, murió y la única forma de recordarlo es visitando París.
— ¿Otra vez estas pensando en tu hijo? James amaba ver la Torre Eiffel — Aquella mujer se levantó de la cama y pegó su cuerpo desnudo a su espalda, recargando su mentón en su hombro para poder ver por la ventana — No creó que sea sano que pases unos días sólo en Paris, está ciudad tiene muchos recuerdos, aunque ya han pasado algunos años de la muerte de James, pero los recuerdos de tú hijo siguen ahí atormentandote —
William sonrió de lado al sentir los besos de su amante en su cuello, esa rubia, mejor amiga de su esposa, ha sido su salvación desde qué su vida se ensombreció. Claro qué jamás olvidará a James, pero sus recuerdos ya no son tan dolorosos, la muerte de un hijo es lo peor qué le pudo pasar, pero aun los recuerdos del rostro pálido, de los labios azules y del cuerpo sin vida de James no lo dejan dormir por las noches.
— No me pasará nada, tengo que estar aquí unos días mientras arregló un par de asuntos para la realeza — William se dio la vuelta cubriendo con su cuerpo la desnudez de su amante — ¿Además, que podría pasarme en Paris? Sólo estaré aquí para trabajar, no para buscar una nueva amante —
Esa rubia sonrió descaradamente.
— ¿Así? — Se burlo con descaro, pegando sus senos desnudos a su pecho — ¿Acaso quieres una chica pelirroja? Porqué tu esposa y yo somos rubias — Su amante se puso de puntillas para besarlo — Deja a Annie, tú matrimonio con ella está acabado —
— Aún estamos intentando tener otro hijo, no puedo dejarla —
— Ella no puede Will, han tenido muchos abortos, tener un hijo no lo es todo, puedes divorciarte y podemos irnos de viaje, ya somos adultos, dejemos nuestros trabajos y vayamos a conocer el mundo, no tenemos que tener niños, sólo nosotros y noches de sexo — Esa rubia corrió desnuda por la habitación buscando su ropa por el vestidor — Podemos empezar saliendo a conocer París —
William terminó de abonarse la camisa y acomodó su reloj. Tiene tanto trabajo a causa del rey, que no puede tomarse ni un respiró.
— No lo creo, tengo mucho trabajo, Paris no tiene nada que ofrecerme de interesante —
— ¡Claro que si! Me han dicho que hay un lugar donde se venden los mejores perfumes de Paris — La hermosa rubia salió totalmente lista del vestidor con su resplandeciente cabello dorado — Antes de regresar a Londres quiero comprar una perfume, vamos a ir William, lo quieras o no —
Salieron rápidamente de la habitación. De nada le sirve quedarse amargado en su habitación esperando a que su amante se vaya para llamar a otra chica que lo haga olvidar el recuerdo de su hijo muerto, de todos modos unas horas cumpliendo los deseos de esa rubia no afectarán su trabajo para el rey. La tomó de la mano y la mantuvo cerca de él, porqué son un par descarados que se demuestran pasión en todo momento, algo que sin duda no puede hacer con Annie, porqué su esposa todo el tiempo está medicada.
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
RomanceFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...