Florencia
— ¡¿Cómo demonios llamaste a la bebé?! — Florencia soltó un largo suspiró — Creó que por la cantidad de clientes en la perfumería no escuché el nombre correcto —
Florencia corrió hasta London para sacarla de la caja de flores para los perfumes, su desesperada bebé gateo con rapidez hacía la caja y no midió sus fuerzas cayendo de cuerpo entero entre las flores, así que tuvo que tomarla de los pies para sacarla, volvió a dejarla en el piso y con todas sus fuerzas se inclinó para cargar esa pesada caja llena de flores exóticas traídas de Francia antes de que su bebé se las coma.
Quizá la caja fue un tanto pesada porqué al momento sintió un fuerte dolor en su cadera que disimuló con una sonrisa, saltó los juguetes de Paris y dejó la caja sobre el mostrador, se limpió el sudor de la frente y movió los mechones rojizos que salen de su moño despeinado, se acomodó el pequeño vestido floreado y miró a su hermana, la más loca de la familia.
Celine carga las cajas así como ella mientras la nueva bebé y London juegan en el piso. Hasta se le hace extraño no ver a Paris, pero su pelirroja está en la parte trasera de la perfumeria enojada porqué su papá no la llevó a su viaje.
— Ya te dije Florencia, la bebé se llamará Chucky, por lo menos hasta qué sepamos su nombre verdadero —
— ¡Estás loca! Una bebé no se puede llamar de esa manera —
Celine se puso las manos en la cintura y la fulminó con la mirada.
— ¿Y tú pelirroja, qué no te das cuenta que tus nombres son horribles? — Las dos se fulminaron con la mirada completamente enojadas — A William no le gustan, pero tú sigues terca con los malditos nombres de ciudad —
Florencia se puso roja de coraje, se enojó tanto que le arrojó un perfume a su hermana llenando su ropa de ese elixir, pero así siempre han sido sus peleas, luego Celine le pide disculpas y vuelven a ser las mejores hermanas del mundo.
Pero jamás puede decir que los nombres de ciudades son feos, William quizá de principió no está de acuerdo, pero después se acostumbra a los nombres, pero sólo de recordar a ese guapo Inglés sus mejillas se pusieron más rojas. Lo extraña con locura, quiere tenerlo de nuevo con ella y si no fuera por la maldita fiesta de su suegra en Escocia, él estaría aquí.
— ¡Prefiero eso a un nombre de un maldito muñeco diabólico! — Florencia se tocó él abultado vientre furiosa, esos calambres no la dejan en paz, si Will estuviera aquí ya estarían en el hospital — Mírala, es una bebé Celine, ya se que no conoces su nombre, pero merece algo mejor, empieza siendo cariñosa con ella —
— ¡Pero no es mi hija! No me voy a encariñarme para qué un día aparezcan sus padres y me la quiten —
Florencia no pudo soportarlo más, está estresada por la muerte de Amelie, triste porqué extraña a William, lo último que necesita es estarse peleando, tiene que regresar a su casa y tirarse en la cama toda la tarde y cuidar a sus hijas. William le rogó que fuera con él a Escocia, ya sólo faltaba que se incara para convencerla, pero su suegra y ella no se llevan bien, así que tiene un cúmulo de emociones y ahora mismo está más enojada que él demonio, tanto qué golpeó el mostrador con fuerza asustando a Celine.
— ¡Basta, yo me llevaré a la bebé, no volveré a dejarla contigo! — Florencia comenzó a caminar llena de coraje, cerró la perfumería y comenzó a juntar las cosas de sus bebés — Estoy segura de que William y yo la cuidaremos muy bien hasta que encontremos a sus padres, pero tú Celine eres un maldito grano en él trasero, vete y ten sexo para que estés más sonriente —
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
RomanceFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...