Capitulo 48

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Nota de la autora.

Jajajaja Hasta que llego el momento esperado para William.

Ya no solo tendrá que cuidar a dos, sino a tres.

A Paris, Florencia y su pequeña London.

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Florencia

— ¡Por dios es carísimo! — Florencia se mordió el labio emocionada al ver ese cochecito de bebés pero el precio la asusto por completo — No puedo hacer que William gaste tanto dinero en una simple cochecito de bebé. Él trabaja tanto que no puedo hacerle esto —

— ¡Eres una tonta Florencia! — Celine rodó los ojos y camino por la lujosa tienda tomando más ropa de bebé sin fijarse en el precio — Tu querías esto en tu pasado embarazo, llorabas todo el tiempo porque no podías comprar cosas para tu bebé, pero eras demasiado pobre y jamás tenías dinero. Ahora tienes hasta una tarjeta dorada y miles en tu cuenta ¡Mamá ayúdame, dile que no se tan tonta! —

Florencia miró de un lado a otro buscando ayuda, pero su madre está vuelta loca en la lujosa tienda, abraza a Paris mietras trata de probarle cientos de hermosos vestidos que no necesita. Florencia está segura que en La Proveza no hay tiendas así, por eso su madre parece una pueblerina italiana que jamás a conocido la ciudada y por eso su madre está vuelta loca en londres.

— Florencia no tengas miedo por gastar dinero. ¿Quieres que William se lo gaste en su ex esposa, en lugar usarlo en ti? — su madre se acercó, pero su bebé estiró los brazos esperando que Florencia la abrace y la acerque a su pecho. — Difruta de esto, tienes el rostro horrorizado cada vez que tomamos algo sin fijarnos en el precio. William tiene tanto dinero que esto no lo dejará pobre como tu ex novia, solo disfruta de tu buena suerte. ¡Y yo disfrutaré de que tengo una hija rica!

— ¡Mama!

Pero decir algo mas fue imposible, porque su madre no ma escuchó y Celine sigue escogiendo ropa emocionada. Claro que Florencia está emocionada por poder comprar todo lo que siempre quiso en un embarazo, porque las mamás siempre están emocionadas con cualquier cosa y esta lujosa tienda en el centro de Londres, esta llena de pequeños trajes de suave tela y esas preciosas cunas llenas de telas, que Florencia no puede evitar emocionarse e imaginar el cuarto de su bebé con ellas, pero luego mira el precio y cuestan lo mismo que un ojo de la cara y lo último que quiere es que William crean que solo lo quiere por su dinero.

Florencia lo adora, aún si no tuviera ni una sola libre y tuvieran que vivir solo de sus perfumes.

Porque lo último que le importa es el dinero, no quiere a William porque la llene de regalos y de cosas lujosas, porque su casa sea gigantesca y los sirvientes cocinen por ella, sino, porque la hace reír, la adora y siempre la besa a escondidas para que Paris no se ponga celosa.

Porque su bebé tiene un humor insoportable, quizá ese pequeña ya sabe que tendrá que compartir a su papá.

— Florencia encontré algo para ti. Ven cariño, es la solución perfecta para que William jamás piense en su ex esposa — Su madre sonrió emocionada y dejó a Paris en suelo — Eres mi hija más bonita, eres preciosa, solo debes volver loco a ese hombre Inglés —

— ¿Que es mamá? Que no se algo muy caro, no quiero que William se asuste al ver la cuenta — su madre la tomó de los hombros y la acerco delante del gran espejo para enseñarle un pequeño baby doll rojo, con tan poca tela que esta segura que esa cosa no cubriría sus senos.  — ¡Mamá! Mi bebé está aquí —

Florencia se sonrojo tanto que su madre se burló de ella, como si su hija fuera una inexperta en el amor.

— Porque te avergüenzas, no te embarazaste sola cariño — Su madre entrecerro los ojos — Tuviste sexo com él. Es normal que quieras lucir linda con un baby doll para que ese hombre se muera de deseo  —

— No, no me gustan esas cosas... Son incómodas. Mamá solo vámonos, le diré a las sirvientas que preparen una comida italiana y te llevaré a conocer Londres, pero quiero irme, estoy cansada y me siento mal —

Pero su madre no la dejó moverse, llegó con otros baby doll aún más pequeños que el anterior y de colores tan sexys que Florencia no se imagina en ellos.

— Si te los pondrás. No puedes dejar que William busque a otra chica, él es un hombre experimentado y las mujeres siempre lo miran— Su madre la beso en la mejilla cariñosamente moviendo su cabello rubio y su vestido floreado, como toda una francesa  — Además yo quiero más nietos —

Florencia se paso las manos por el cabello. ¿Más bebes? Apenas puede sobrevivir con el gigantesco vientre que no la deja dormir y por el cual no se puede poner sus pequeños vestidos, hace unos días llegó a sus nueve meses y los días son horribles mientras piensa con terror el momento en que nazca el bebe.

Por las noches no puede dormir y casi llora al recordar el dolor extremo, pero ahora solo quiere irse de esta tienda porque todo esto es como un grano en el trasero. Los llantos de Paris son extremos, su cara está roja y es una bebé furiosa, su madre no deja de hablar de las técnicas que tiene que usar para que William no se vaya con otra mujer y Celine toma tanta ropa que la cuenta será infinita.

Florencia está harta, esta cansada, le duele la escapada y tiene un horrible dolor en el vientre.

— Florencia ¡Por dios! Parece como si no conocieras a los hombres —

— ¡Pues no los conozco mamá! Todo el tiempo me dices lo tonta que soy por no ser mejor para William, pues si, soy una inexperta con los hombres porque era lesbiana — Florencia cerró sus manos en puños y su rostro se puso rojo de coraje — Yo besaba chicas, no a hombres, yo vivía con una mujer, no con William, pero estoy aprendiendo y no me estas ayudando en nada. Me encanta vivir com William y odio los baby doll, ¡prefiero estar desnuda! —

— ¡Florencia! — Celiene le grito, quizá esta molesta por decirle esa cosas a su madre.

— ¡¿Que demonios quieres Celine?!

— ¡Tu bebé!

Florencia salió corriendo de la tienda al ver a su bebé gateando hacia la calle, es una pequeña traviesa y estaba tan molesta que la olvido por completo, solo la perdió de vista unos segundos, Florencia corre desesperadamente detrás de su bebé, pero Paris acelera sus pequeños pasos como si fuera un juego, Florencia tiene el alma en un hilo ya que un auto se acerca y Paris gatea hacia él, pero logró tomarla del pequeño vestido y la jalo contra ella antes de que el auto pasará.

— ¡Demonios Paris un día me matarás de un susto! —

Apenas puede respirar y Paris no deja de llorar haciendo un pequeño berrinche, le gustaría calmar a su bebé, pero Florencia también quiso llorar cuando escucho el mismo sonido de un globo al romperse y sus piernas de llenaron de agua mojando sus zapatos.

— ¡Mama! — grito con desesperación muerta de miedo, pero su bebé se aferra a su pecho buscando su leche materna antes de dormir y Florencia busca desesperadamente con la mirada a su mamá, porque aunque este algo loca, es su mamá y la necesita — ¡Tendré a mi bebé! —

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora