Capitulo 69

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Florencia 

Florencia cada vez más confirma que odia el clima de Londres, si estuviera sola no sería problema que llegará mojada y con la ropa arruinada a su departamento, pero con bebés en brazos la lluvia es horrible. En cuanto el taxi la dejó afuera del edificio supo que tenía que volver a ser esa mamá que carga sus bolsos y dos bebés aferradas a su pecho, sus bebés tiemblan de frío, pero Florencia apenas puede sostener las bolsas y él aire las moja todas, tienen miedo que London al ser mas pequeña pueda enfermarse porque sus mejillas están rojas y cuando mira a Paris puede ver gotas de agua bajando por su cara. 

— ¡Oh dios! Déjame ayudarte, no debe ser fácil tener en brazos a dos bebés  

Florencia giró su rostro para ver quien le habló y le quitó las bolsas de las manos, por un segundo pensó que sería un ladron, pero es tonto que se robará las bolsas de la cena, sin embargo, cuando levantó su rostro no vio a ningun ladron, sino a un joven policía londinense como una hermosa sonrisa. No solamente Florencia soltó un suspiró al mirarlo, sino que su pequeña e inocente Paris le dijo al oído: mami ese policía es muy guapo. Florencia se sonrojo terriblemente esperando que aquel policía no haya escuchado eso. 

— Oh dios lo siento, es verdad no me presente correctamente, sí soy policía pequeña pilorroja — Paris soltó una risita avergonzada y se refugió en su cuello, aquel apuesto policía les abrió la puerta del edificio como un caballero hasta verlas entrar — Soy tú vecino, vivo enfrente de tú departamento, pero no me digas policía, ni guardia. Soy Alejandro —

— Yo soy Florencia y ellas son mis hijas, Paris y London —

Florencia jamás había sido de las mujeres que miraban los traseros a los hombres, de verdad que no lo era hasta que empezo su relación con William y se dio cuanta que él padre de sus hijas tiene ese trasero precioso, siempre era una pervertida al mirarlo, pero ahora mientras Alejandro, su vecino, la ayuda con las bolsas, no puede alejar su mirada de ese apetitoso trasejo detras de ese ajustado traje de policía, se ve tan jodidamenete bien que no escucha lo que le dice, solo puede notar esos fuertes músculos cubiertos por esa piel morena y esa hermosa sonrisa.

Aquel policía las llevó hasta la puerta de su departamento mientras Florencia trata de abrir la puerta y cuando lo hizo, Paris entró corriendo y London se aferró a ella, pero aquel hombre la miró tan profundamente que Florencia en lugar de llamarlo Alejandro, le dirá para siempre y por siempre: él policía tumba bragas.

— Bueno vecina, me alegra haberlas traído a su casa a salvo — Florencia sonrió coqueta cuando aquel policía caminó unos pasos a su departamento de enfrente  — Si necesitas cualquier cosa sólo llama a mi puerta —

Florencia cerró la puerta divertida, no puede quitar ese sonrojo de su rostro porque después de terminar su relación con Amelie y con William, pensó que ya no era atractiva para nadie más. Por un momento pensó que después de tener a sus dos hijas había perdido esa esencia divertida y que su cuerpo ya no era el mismo de antes, pero en eso tiene razón, ya no es la misma, porque al levantar su vista y verse reflejada en el espejo de la sala de estar, puede notar los cambios que sufrió después de dos embarazos, sus pechos son más grandes, su cadera es aún más provocativa, su piel es más blanca y su cabello luce fogoso, brilloso y precioso.

Volvió a sonreír nerviosa mientra camina hasta la cocina y deja las cosas de la cena, puso a London en el sillón y Paris corre de un lado a otro del departamento como si fuera un castillo que ella quiere descubrir. Florencia aún no entiende porque sus hijas quisieron dejar la casa de su papá, la casa de William es preciosa, es grande, con amplia jardines, piscina y vistas impresionantes, aquí las niñas no tienen un lugar donde jugar, pero al ver el rostro feliz de sus hijas, sabe que para ellas esté pequeño departamento es su castillo.

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora