La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]

Capitulo 44

Estés capítulo es para @dRrgz  porque me lo pidió por Facebook. Jajajaja Y aquí se cumplen deseos de las lectoras...

— ¿Donde está el biberón de Paris? ¿Por lo menos le gustó? Por qué resulta que Paris odia los biberones  — William apenas puede hablar, está tan furioso que fulmina con la mirada a esa perfumista con rostro asustado cuando lo vio entrar de repente a su perfumeria. William se acercó hasta el mostrador fuera de sí. Esta tan enojado que tuvo que desabrochar los primeros botones de su camisa — ¿Sabes que es lo peor Florencia? ¡Que tu mentira fue pésima y me la creí! ¡Pensé que harías un maldito biberón, hasta que recordé que Paris solo toma leche de pecho! Sin embargo ¿Porqué tendría que desconfiar de la mujer con la que tengo sexo y que es mamá de mi hija? Una buena mamá jamás sacaría a su bebé a media noche solo para escaparse. ¡Diablos Florencia, no soy un monstruo para que te vayas así! —

Florencia dejó el nuevo perfume que estaba preparado a un lado. Tiene las manos tan temblorosas que sin querer derramo el elixir junto al costoso traje de William, trato de limpiarlo pero lo escuchó gruñir molesto. Ni siquiera puede mirarlo a los ojos. Esta aterrada, llena de vergüenza y todo el día estuvo escondiéndose de él en la perfumeria, pero William siempre la encuentra. Es una tonta porque se escondió en la perfumeria que él le compró.

— William lo siento mucho. Arreglare tu traje — Florencia tartamudeo un poco — Yo... Lo siento muchísimo, no quería mentirte, pero todo se salió de control y Amelie estaba afuera de tu casa esperándome... —

— Callate Florencia — William se paso las manos por el cabello tratando de calamar su coraje — Planeabas llevarte a Paris y jamás decirme dónde estaba. Déjame decirte que es lo más irresponsable que has hecho. ¿Cómo ibas a mantenerla? Paris no vive de amor, quizá si tu pagarás las cosas de Paris te darías cuenta de tu locura. Pero ahora lo entiendo todo. Hace meses me ocultaste que tenía una hija, tu novia y tú se pusieron furiosas al verme, pero eran tan pobres que no podían mantener a una bebé, quizá lo único que quieres es mi dinero y decidiste convencerme para tener sexo, así tendrían una perfumeria nueva para pagar las malditas horribles pinturas de tu novia y me tendrías como un idiota dándote dinero para que tú lo gastarás en esa pobre artista sin talento —

William la miró abrir lo ojos de par en par totalmente confundida. Quizá esta siendo demasiado duro con ella. ¡¿Pero qué demonios le pasa a Florencia?! No se puede llevar a Paris así como así. Pero cuando la mira de nuevo y ve lo hermosa que es la mamá de su hija, es imposible estar furioso con ella, pero lo está, como un alma que lleva el diablo y más cuando gira su rostro y puede ver a su pequeña hija dormir en su portabebé, ajena a las locuras de su mamá.

Esta tan eufórico porque él es un abogado que se dedica a descubrir mentirosos y esa pelirroja le mintió de una manera tan tonta que creyó todo. Solo él que es padre podrá entender lo que sintió al no encontrar a su hija en ninguna parte de la casa y lo furioso que se sintió cuando su madre se fugó esta maldita chica lesbiana.

¡Le iba a quitar a su hija!

— ¡No William! No es como tu crees, yo... no se porque huí con Amelie, pero no volveré a escaparme, lo prometo— La miró morderse el labio nerviosa, tiene esos ojos tan verdes como esmeraldas llenos de preocupación — Pero yo no estoy contigo por tu dinero, de verdad tienes que creerme. —

William soltó una risa tan amarga que Paris refunfuño dormida. Sólo quiere tomar el portabebé de su hija e irse de esa perfumería de una maldita vez, pero antes tiene que decirle un par de cosas a esa pelirroja que ha estado jugando con él todo este tiempo. Es su maldito karma por dejar embarazada a una chica lesbiana que solo lo sedujo para tener dinero.