Capitulo 74

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Florencia

— ¿Te pasa algo Florencia? —

Florencia miró a su hermana y por un momento quiso arrojarse a sus brazos y llorar desconsoladamente sin importarle que la gente la miré con los chorros de lágrimas bajando por sus mejillas, pero no puede dejar que sus hijas la vean triste, así que negó con la cabeza y se conformó con sonreír.

— No, no me pasa nada — mintió con descaro, pero estar aquí en su ex perfumería, respirando el olor de sus ex elixir la puso tan sentimental que su voz se quebró y no pudo seguir ocultando las cosas —  Olvídalo, si me pasa algo y algo muy malo.... Me acosté con William —

Su hermana Celine dejó de preparar un par de perfumes para mirarla con mucho detenimiento, pero su hermana sólo la hace sentir mil veces peor, a Florencia no le molesta decir que venir a esta perfumería la pone terriblemente triste, sólo vino aquí cuando William no estaba cerca porque si la ve de seguro la correrá peor que a uno de sus empleados, pero ese hombre al que ella le entregó sus caricias, sus anhelos y al que le entregó su cuerpo la hizo sentir terriblemente mal, William la miró tan feo y con tanto odio que la hizo sentir la mujer más asquerosa de todo Londres, la rebajó al término de zorra y eso la afectó más de lo que hubiera querido.

Florencia no le abrió las piernas a William simplemente por deseos de una noche o por él olor de sus perfumes, ella se acostó con él papá de sus hija porque lo quiere y porqué pensó que al despertar tendría a su lado a ese hombre romántico que la hacía reír y no una cama vacía como si fuera una puta de París.

— Déjame adivinar — Celine negó con la cabeza — ¿Él te trató como una mierda, verdad? —

Florencia sonrió de lado al ver su espléndida perfumería, le gustaría que siguiera siendo suya, pero ya no, ahora todo será de Megan, se inclinó sobre sus hijas, sus dos pequeñas juegan en el piso, Paris con un par se muñecas y London casi se muere de sueño, las dos tienen sus rostro cansados porque llevan más de una semana ayudándola en su nuevo trabajo, ser mamá soltera es demasiado difícil y Florencia no estaba acostumbrada a esto, siempre había tenido una vida muy relajada, era la pequeña consentida de la familia y William la llenó de dinero, no tenía que esforzarse para nada, pero eso no la dejó madurar y ahora qué tiene que trabajar y cuidar a sus hijas se da cuenta que la vida no es tan fácil y que extraña con locura su perfumería.

— Me dijo zorra en pocas palabras, se que les hice daño a todos, pero yo no pensé que él me fuera a tratar así —

— ¿Sabes que necesita William? Uno de mis puños en su bonita cara por llamarte de esa manera, la única que puede llamarte así y hacerte sentir mal soy yo, eres mi hermana Florencia, siempre voy a protegerte — Celine soltó un suspiró — ¿Si te cuidaste, verdad? —

Florencia abrió los ojos llena de nervios, no soportaría tener a otro bebé 

— No...—

—¡Pero tú sigues igual de tonta! ¿Qué no sabes que tú te embarazas ya hasta con él roce del aire? Y él pene de William tiene una santa puntería que a la primera ya estás embarazada — Celine negó con la cabeza — Ya presiento que tendré a otro sobrino ¡¿Como demonios se les olvidó ponerse un condón?! —

Florencia se pasó las manos por el cabello, hasta sus pequeñas hijas dejaron de jugar para verla con sus grande osos expectantes. Ella misma se ha preguntado lo mismo todas las noches de está maldita semana ¿Porqué demonios no uso condón? Pero él deseó fue tan grande que su mente se nubló, digamos que hasta después se enteró que no dejaron dormir a sus hijas.

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora