Vida perfecta (III)

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Todo lo demás paso tan rápido que no nos dio tiempo a procesarlo. Jessie llamada a declarar, revisión intensa de las armas, investigación sobre toda la exportadora—  menos mal que Isaac mantenía todo perfecto,— y al final, salió ilesa como siempre, dando una declaración en público que giró todo a su favor y dejó en ridículo a las autoridades

—..."No me sorprende la actitud de todos ante esta situación. Todo por un simple malentendido que entiendo, las autoridades tenían que descartar y están en todo su deber. Lo que sí considero oportuno decir en estos momentos es que, siempre se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Las autoridades hicieron su trabajo, investigar, descubrieron la verdad, eran imitación, cargadas con pintura para mi colección personal en el próximo parque de Paintball que pensaba abrir, pero gracias a esto, tendrá que aplazarse. De todas maneras, todo está resuelto y aclarado, así que si necesitan más información verídica y directa, pueden pedirle al departamento de investigación un informe, están en su derecho..."

Escucharla hablar tan tranquila en directo por todos los medios de comunicación me hizo sentir satisfecho. Cuando se comportó tan tranquila aquel día que la llevaron a declarar, supe que todo iba a estar bien.

Es obvio, mi madre no pierde ninguna. Incluso cuando la policía cree que va por delante, llega ella y demuestra que siempre fue su plan. Así lo ha hecho siempre, incluso cuando no parece su intención.

— No se si matarla o sentirme aliviada — comenta Melissa a mi lado, estamos solos porque se supone que el problema paso —. Algún día la matare por asustarme así.

— Lo tenías controlado, en caso de que fuera verdad y no un plan — es verdad, Melissa hizo hasta lo imposible por borrarlo todo al instante —. Serás una buena jefa.

Desvía la mirada del gigante televisor para verme de perfil, son pocos los momentos en los que no nos estamos matando, así que es mejor aprovechar.

— Gracias por ayudarme a centrarme, era lo que necesitaba — dice sin vergüenza alguna, intento restarle importancia pero ella insiste —. Fuiste un ancla a la realidad, y actuaste frío y sereno, como todo un Lombardi.

— Es lo que hace la familia ¿no? — respondo con una sonrisa de medio lado, buscando el juego en sus palabras y el momento en que explotamos —. Solo era lo necesario y así actúe.

Un silencio incómodo nos llena de la nada, sumándole que todos estaban en sus mundos y nadie se atrevía a entrar al cuarto de juegos porque Melissa estaba furiosa cuando vinimos aquí. Jessie actuó a sus espaldas y se siente traicionada, por eso quise acompañarla y recordarle que mi madre es así y nadie la puede cambiar.

Pero la incomodidad no es por esto, es por la misma razón por la que siempre discutimos y parece que nos odiábamos. Esa razón que nos llena de culpa una y otra vez, pero que prometimos ocultar.

— Creo que mejor me voy, puedes estar tranquila — me levanto del sillón dispuesto a salir, no había nada más que cumplir aquí.

No responde, pero analiza cada uno de mis pasos, me observa fijamente con esos ojos casi azules que intentan verme incluso el alma.

Pienso en hablar con ella sobre eso, pero la idea se va de mi mente de inmediato, no es el momento. Salgo más rápido de lo que quería y centro mi atención al día soleado y perfecto que hace fuera.

Quizá los chicos no quieran verme, pero podría intentar llamarles... Mateo sigue enfadado porque hay cosas sobre mi familia que no les he contado, como que Melissa es una hacker de otro nivel, o que mi madre suele meterse en líos así y por eso todos actuamos tan deprisa.

Margot sigue molesta, así que no creo que permita que Tiago venga a casa, y entonces, todo se reduce a nada, no tengo mas amigos, a pesar de estar rodeado de gente siempre, estoy solo.