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La noticia sobre el revuelo de ayer no tardó en llegar a periódicos y revistas importantes. En los artículos se habló muy bien de los hoteles y muy mal de la actitud de Luisa, "una prometedora diseñadora de interiores que se dejó llevar por el ego".

Aprovecharé que esta mi madre aquí para presentarle a Bruno y al resto del equipo. Ellos no saben de su llegada, así que será una sorpresa para demostrarle a ella que puedo solo y al resto que los tienen en la mira.

Sigo conmocionado por la amenaza, fue tan real y sentí tanta impotencia..., pero logré solucionarlo y eso me alegra. Luci me llamo por la noche, cuando vio la noticia. No le quise decir nada para no preocuparla, pero no contaba con que el chisme volaría.

—Vamos, la reunión es en cinco minutos — dice Mhia entrando a mi habitación, estaba en la sala contigua.

Obedezco y termino de abotonar mi camisa, recojo mis cosas personales y salgo junto a Mhia hacia el ascensor. Tiago se fue mucho antes porque estaba concretando el contrato de Bruno.

—Puedes estar tranquilo, ya paso Nicky... — intenta tranquilizarme y me agarra de la mano para darme esa calma que siempre produce —. Fue solo un mal rato, y lo resolvimos como el equipo que somos.

—Sentí que perdí el control... sentí pánico de solo imaginar que miles de personas morirían por mis decisiones — admito lo que más me frustra y me da una sonrisa tierna.

—Por eso estoy orgullosa de como lo llevamos, dejando fuera a los oficiales asquerosos — dice molesta al nombrarlos —. El resto supimos llevarlo, supimos a quién llamar y a quien no, y eso es lo que de verdad cuenta en situaciones así.

El ascensor se detiene en la planta baja y caminamos rápido para entrar en la sala de juntas. Vamos tarde, como algo normal en nosotros últimamente.

Entramos tranquilos y nos sentamos en nuestros sitios para darle inicio a la reunión.

—Muy bien, reanudaremos la reunión de ayer — digo a modo de saludo para ahorrar tiempo —. El diseñador Bruno Meyer aquí presente, les envió ayer por la tarde el nuevo boceto del proyecto. Quiero escuchar las ideas que pedí.

—Para los nuevos jacuzzi de las habitaciones, pensé que sería bueno que la iluminación fuera graduada para dar más sensación de intimidad — comenta uno de los ayudantes en los diseños.

—Bien, me gusta — acepto su propuesta y Bruno la apunta.

—La zona vip de la recepción será al estilo casa o cabaña, para dar más confort — explica Bruno al pasar al siguiente boceto —. ¿Ideas?

—Estuve mirando y podemos poner una chimenea artificial y modificar el suelo, en vez de mármol, madera — agrega otra idea y me fijo en su actitud, es bueno, ayer casi ni habló y ahora se expresa libremente —. Pero los muebles pueden ser de cuero sintético negro, para mantener el minimalismo.

—¿Cómo te llamas?— le pregunto directamente porque me produce curiosidad ver como se desenvuelve ahora y ayer no.

—Carlos señor — dice seguro, me mira unos segundos y baja la mirada a su tablet.

—Me gustan tus ideas, trabajarás de cerca con Bruno para dar diferentes ópticas de los diseños —el alemán asiente con una sonrisa y el chico me mira con ilusión —. Sigamos. Solo falta el club subterráneo, que quiero que tenga salida a una terraza.

—Lo que más tardaremos en modificar será el club. Hay mesas bajas que serán reemplazadas por mesas altas y barras — comenta el diseñador tranquilo —, una pequeña tarima para música en vivo. En cuanto a la terraza que pide, será fácil ya que está cerca del patio trastero, así que se puede crear unas grandes escaleras que den directo a la terraza con música y mesas más íntimas.

Vida perfecta (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora