Entro junto a mis amigos en la sala de juntas privada que tiene el hotel. La reunión empieza en cinco minutos y estoy demasiado nervioso.
La abuela me repitió una y mil veces que esto es más de lo mismo, solo es aprobar y decidir qué hacer. Pero me siento pequeño aunque no lo demuestro, un simple adolescente dándole ordenes a todas estas personas especializadas.
—Cambia esa cara si no quieres demostrar que sientes pánico — susurra mi primo y cambio mi actitud al instante —. Mucho mejor así.
En momentos como este ser expresivo no es lo mejor, dejo imponer respeto y pareciendo un cobarde no lo lograré.
Me siento a la cabeza bajo la mirada de los presentes y ellos a mi lado, Tiago a la derecha y Mhia a mi izquierda.
—Buenos días, podemos comenzar cuando estén listos — saludo con una sonrisa burlona para minimizar mis nervios.
—Buen día señor Nicolás — saluda una mujer madura, quizá de cuarenta —. Aquí le tenemos la presentación final de las opciones, solo necesitamos que las apruebe y se comenzara de inmediato.
Me entregan una tablet con una presentación y observo hasta el último detalle. Tengo mis dudas, así que se lo consulto a Tiago a mi lado. Todos nos miran esperando, ninguno dice nada y ellos esperan impacientes.
Mi primo niega con el ceño fruncido y seguido de él, Mhia le echa un vistazo confirmando lo que ambos pensamos.
—Tengo una pregunta para ustedes — no quiero ser autoritario ni que me tengan rabia, pero no me gusta este trabajo —¿Qué importancia tiene este hotel en toda la cadena mundial?
Ellos se miran confundidos y la mujer es quien decide responder, segura al parecer.
—Es de los tres más importantes de toda la cadena Fantasy —respuesta simple y me gusta que lo tenga claro.
—Perfecto, ahora pregunto — vuelvo a observar las imágenes de lo que quieren hacer con la decoración —, ¿esto les parece una reforma digna de un hotel diez estrellas, de los más importantes entre cincuenta?
—Nosotros solo diseñamos acorde a las instrucciones de su madre — responde un chico nervioso.
En total son cinco miembros que se encargan de los diseños y obras.
—Mi madre quiere una ampliación minimalista, como el resto. No un carnaval de arte abstracto — mi brusquedad los sorprende, pero me mantengo serio.
Puedo estar nervioso y no sentirme preparado para muchas cosas, pero que intenten contradecirme en un tema que controlo y me interesa no lo voy a permitir.
—Hoy en día se lleva mucho el arte abstracto y hay muchos huéspedes extranjeros que se interesan en eso — responde la mujer a cargo de nuevo, manteniendo la calma a diferencia del resto.
—Claro, pero mi hotel no es un museo — respondo con simpleza y abre mucho los ojos con mi afirmación —. ¿Sabe que se lleva desde la antigüedad hasta ahora? — pregunto echándome hacia adelante con los codos en la mesa —, lo minimalista, lo básico y sencillo. Menos es mas. Estas personas buscan un sitio al que ir y relajarse y pasar unas buenas vacaciones, distraerse del trabajo y pasar una buena noche con su pareja. Si quieren ver arte abstracto, pueden ir al Prado.
—¿Entonces qué hacemos? — pregunta molesta, aprieta sus manos en puños y eso me estresa.
—Primero bajarle a tu molestia — digo señalando sus manos —, segundo, informarse. Y tercero, buscar nuevos diseños.
—Creo que no es necesario desechar del todo estos — comenta Mhia tranquila observando la tablet —, tan solo darles una reforma y volver a la idea original.
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Vida perfecta (III)
General FictionLibro 3 de la trilogía"Vidas" Dicen que los cambios son buenos, pero no todos te ayudan, algunos sacan lo peor de ti. Ella nos ayudó y a la vez nos transformó. O quizá no fue su culpa, y mi búsqueda de la perfección siempre estuvo, motivada por ese...