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Algunas horas después, con más calma y todos descansados, nos sentamos en la mesa de la terraza interior para acordar los detalles.

Luego de tranquilizar a la abuela y que Mhia se fuera de paseo con las bahameñas, le mostré a Ivan lo que tenemos planeado y no tuvo muchas quejas, así que supongo que lo apoya. Pero ahora viene lo complicado, recibir la ayuda de Melissa para conseguir lo necesario.

Borrar pruebas, fabricar otras, eliminar todo lo que nos pueda incriminar de todos los sistemas conocidos, es una locura.

—¿Me están jodiendo verdad? — nos mira aturdida tras explicarle el plan, pasa su mirada por mi primo y por mi una y otra vez sin creerlo—. Eso es... casi imposible, demasiado complicado entrar a una base de datos de la policía de inteligencia y eliminar archivos que seguramente tienen duplicados... eso sumándole que quieren sustituirlos por las pruebas falsas... — se ahoga al hablar porque del estrés no toma pausas —. Será mejor que piensen en otra cosa, yo no puedo hacerlo.

Nos miramos en silencio para luego centrarnos en ella, es la única que no acepta el plan y a quien más necesitamos.

—¿Quién dice que tienes que hacerlo sola? — pregunta mi primo irónico, manteniendo la seriedad y la postura relajada —, eso también lo pensamos, estamos locos, pero no tontos.

—No estoy entendiendo nada — se mueve frustrada y se cruza de brazos molesta —¿Pueden explicarme? Porque no soy adivina para saber lo que imaginan ese par de "mentes brillante".

—¿Conoces a más gente como tú, cierto? — pregunta de nuevo para hacerle ver las cosas más claras, pero no funciona.

Melissa frunce las cejas aún más confundida, y se descruza para hacer señas con las manos que nadie entiende, está colapsando.

—Se refiere a si conoces a más hackers que te puedan ayudar con eso— aclaro las cosas y asiente medio entendiendo —, pues contrata a los que creas convenientes para eliminar las pruebas y si es necesario interrumpir en todos los sistemas con un virus o algo así... no sé, pero no puede quedar rastro de ningún audio, vídeo o confesión.

—Esto es una puta locura — se levanta indignada y sin decir más, se va.

—¿Están seguros de que es la mejor solución?— pregunta mi tío preocupado, quiere que resolvamos la situación, pero no se siente confiado.

—Si las pruebas siguen en su poder podrán utilizarlas en cualquier momento aunque no se abra ningún caso — responde Tiago sereno, pero un poco ansioso quizá —, si las eliminamos del todo sabrán que fuimos nosotros y no servirá de nada porque seguirán investigando.

—Eso es cierto, es mejor cortar de raíz toda prueba para evitar futuras investigaciones — Ivan se muestra indiferente, más objetivo y alejado del tema familiar y eso ayuda —. Es una locura lo que quieren, pero no es imposible.

—No es a mí a quien tienen que convencer... — su frase queda a medias con la entrada de Melissa más tranquila, con un móvil en mano.

—Hecho, tengo a la gente, ahora necesito esas supuestas pruebas y todo lo que se necesita eliminar para lograrlo — se sienta de muevo y nos mira seria, pero más relajada —. No hay tiempo, así que, hablen.

Como solo necesitábamos su aprobación, Tiago le muestra todo lo que apuntamos y planeamos en estos días aislados, escrito a mano y planeado a detalle. Lee cada hoja con calma y parece de acuerdo porque su expresión no varía mucho más que de confusión a seriedad.

—Perfecto, eso es fácil pero necesitamos grabarlo y editarlo... — comenta al leer la parte de las pruebas falsas —, no hay tiempo para eso así que es complicado... — aparta la mirada un momento y nos mira con cara de ???? —, ¿de verdad esperan que un jurado se crea que mataste por accidente a cinco personas?

Vida perfecta (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora