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Meses después

Arreglo las mangas de mi traje mientras los focos de las cámaras me capturan en la entrada del evento al que fuimos invitados. Una gigantesca gala de moda, para donar millones a fundaciones en todas partes del mundo. Paso por la alfombra roja unos metros más para que todos los fotógrafos puedan captar el traje y mi presencia al igual que el resto.

Espero que se acerque y sujeto a mi lado a Adara con el espectacular vestido dorado casi transparente que moldea su figura. Se muestra más radiante que nunca, feliz y llena de vida. Modela el diseño personalizado e icónico que pidió en especial para su primera aparición en público a mi lado, después del embarazo y todos lo que ha vivido estos meses pasados.

Nos tiene a todos deslumbrados, fascinados con la coquetería con que se muestra. Como se ajusta como una segunda piel pero no es extravagante ni inapropiado, solo sexi y precioso. La hace ver intocable, lo que es.

Entramos al evento agarrados de la mano y esperamos dentro al resto de mi familia. Saludamos a algunos conocidos, muchos en realidad. La mayoría socios, o inversores, o antiguos compañeros de clase. Emilia se encuentra acompañada de su tía con un diseño de ella que enseña con orgullo. Nos acercamos y saluda feliz, esto es lo suyo, se nota.

—No puedo creer lo maravillosa que te ves — dice directo hacia mi chica que se ríe nerviosa —, es increíble esa combinación. Pareces una diosa.

—Tu estás fantástica, me encanta el color — se halagan mutuamente con sinceridad —. Los diseños de tu tía son geniales.

—Creí que no vendrían — comenta mirando hacia atrás de nosotros —. Estuve con Camila hace unos meses y me dijo que no sabía nada sobre ustedes. ¿En dónde estaban tórtolos?

—Decidimos pasar unas vacaciones fuera. Más tranquilo y un poco de tiempo y espacio para nosotros, ya sabes — respondo sereno, no es mentira del todo.

Asiente y sonríe a la persona que se acerca, mi hermana. Camila luce un vestido negro con una cola ligera y un escote pronunciado pero no exagerado. Nos mira con orgullo, pero no dice nada directamente.

—Luciste increíble, no lo dudes — le dice más cerca a Adara que parece nerviosa.

Entra el resto de la familia tras pasar por la alfombra y las fotos. Nos juntamos para conversar y siento la euforia de todos, el ambiente es divertido y lleno de lujos. Cada persona que mires va con trajes únicos, diseñados por y para ellos, todo tipo de siluetas y formas de exhibir los diseños. Las cámaras por todos lados aumentan esa emoción de la gente por ser capturados y reconocidos en este mundo donde mientras más seguidores tienes, mejor te va.

La intención es que cada diseñador decide a quien vestir y el dinero obtenido por esto, va dirigido a las fundaciones más importantes y que ayudan a muchas personas por todo el mundo, incluida la de mi hermana que cada día es más conocida y apoyada por los medios, la gente de poder y dinero.

—Por favor, ¿nos conceden unas palabras?— llega un grupo de periodistas con su equipo —. Se ven increíbles esta noche, de las mejores vestidas sin duda, la familia Lombardi nunca falla.

El halago va hacia ellas, y no me sorprende ni me molesta. Soy el único hombre que las acompaña, suelo estar con Tiago, pero esta de viaje con Mhia y me toca estar solo.

—Muchas gracias por los halagos — dice mi madre sonriendo y alegre —. Sería un placer conversar un poco, así le damos alegría a la noche.

Vida perfecta (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora