Mantengo las misiones al día y me centro en seguir con la mejor puntuación. Mhia me sigue y está a poco de ganarme, pero no la dejo porque aumento mi nivel al matar a todos los adversarios al mismo tiempo con una bomba.
—¡Eso no es justo!— se queja la rubia, pero se ríe dejándose caer en el sillón —. Algún día te ganaré, eso seguro.
—Llevas mucho tiempo intentándolo, deberías rendirte — respondo con superioridad y me rio porque se enfada más —. Eres buena, pero no más que yo.
Me saca su dedo medio y deja de mirarme para centrarse en su móvil, intenta ocultar la risa, pero al final con un par de cosquillas se rinde.
—¡Basta Nico! Cosquillas no — grita desesperada a la vez que se ríe a carcajadas.
—Siento interrumpir su momento infantil — entra Melissa más seria de lo normal y se planta frente a nosotros —. Necesito que me acompañen a un sitio.
—Dime a dónde y te diré si vamos o no — digo serio, no me gusta su actitud cuando se comporta como la reina del mundo.
—Hay una carrera en este sitio — muestra una dirección en su móvil y sigue explicando —. Voy a correr, pero necesito a alguien negociando.
—Hecho, yo me apunto — dice Mhia tranquila y se levanta —. Voy a cambiarme y vamos.
—En media hora en el auto — acepta igual de seria pero se centra en mí —. Son negocios Nicolás, no un juego, así que mueve tu culo y ve a cambiarte.
Me frustra no poder decir que no a estas cosas porque sé lo importantes que son para el negocio y la familia. Además me agrada la idea de por fin ir a una de esas carreras tan famosas que hasta Camila conoce.
Apago la consola de juegos y me levanto dispuesto a ir a cambiarme, pero su voz me detiene.
—Ni una palabra de esto a nadie, mucho menos a tu novia — dice de forma despectiva y eso me da curiosidad —. No me cae bien.
—¿Por qué no te cae bien Mel?— me giro para encararla y me mantengo burlón aunque la tengo a pocos centímetros— Dime una razón importante y te haré caso.
—No me da buenas vibras — dice sin más, haciendo un gesto con los hombros que me hace reír —. No te rías que sabes que pocas veces me equivoco.
—Me río porque no te creo — me acerco un poco más hasta que nuestras respiraciones se chocan, es divertido ver sus reacciones —. Hay algo más que no me dices, pero aceptaré esa excusa por ahora.
—Los negocios se quedan en familia Nicolás, es lo único que debe importarte — me rodea y sale antes que yo del cuarto de juegos.
Sé que tiene razón con qué debe quedarse en familia, y también soy consciente de que sus sospechas casi nunca fallan. Pero me jode que no admita que no le cae bien Lucia porque sale conmigo.
Me visto lo más sencillo que puedo, no quiero llamar la atención y según vi a Melissa puedo más o menos guiarme. Pantalones básicos, camisetas unicolor y cualquier par de tenis.
—¿Así me veo bien?— entra Mhia a mi armario y me giro para verla —. ¿O es muy exagerado?
Va con un pantalón a la cadera ancho y negro, un top blanco manga larga que le deja ver el elástico de sus bragas Calvin Klein y un par de Jordan.
—Así vas bien, pero creo que los collares aunque se ven genial, sobran — lleva tres cadenas de oro que resaltan mucho y me mira haciendo un puchero —. Es por seguridad Mhi, lo sabes.
—Mientras más anónimos nos mantengamos mejor — dice lo que hemos repetido muchas veces como si fuera una grabadora —. Vamos, Melissa nos debe estar esperando abajo.

ESTÁS LEYENDO
Vida perfecta (III)
Fiksi UmumLibro 3 de la trilogía"Vidas" Dicen que los cambios son buenos, pero no todos te ayudan, algunos sacan lo peor de ti. Ella nos ayudó y a la vez nos transformó. O quizá no fue su culpa, y mi búsqueda de la perfección siempre estuvo, motivada por ese...