Aviso: Capítulo delicado, violencia y abusos.
Mis clases son una mierda, pero soy feliz de por fin salir y respirar fuera de tanto aburrimiento. La mayoría fueron de historia, con profesores que hablan lento, bajito y parecen estar a nada de morir de un infarto.
—Ernesto, necesito que me lleves a la agencia de Camila — mi escolta asiente a la salida del instituto y nos desviamos a la otra camioneta que espera aparcada.
Mi madre me mira extrañada porque no voy con ella, pero con lanzarle un beso saca una sonrisa. Mhia y Emmy se suben con ella, ambas sonrientes y animadas. Se parecen demasiado en cuanto a personalidad, solo que Emmy es más egocéntrica.
La respuesta de Lucia fue que estaría trabajando a esa hora, así que no le respondí. Voy a ir directo hasta ella para aclarar nuestra relación, porque siendo sincero lo menos que parecemos es una pareja.
Ernesto no pierde tiempo y arranca apenas nos subimos a la camioneta. Sabe a dónde debe ir y yo me pierdo entre el paisaje y la música que ha puesto.
Debería estar en casa cambiándome para la reunión que tenemos con Bruno en un par de horas, pero si no hablo con Lucia no sé qué pasará. Además, aún Melissa no me dice la hora de la pelea que me comentó y eso me estresa. Solo espero que me de tiempo a todo.
El edificio donde se encuentra la agencia de mi hermana y la tía Sam se alza al cruzar una esquina. Ernesto se detiene y baja antes que yo, tiene que asegurar el perímetro al menos por encima. Seguro que no me espera por aquí, no suelo interferir en su trabajo.
Me quito la chaqueta del uniforme y me quedo solo con la camisa de botones y los pantalones azul marino del uniforme. A simple vista solo parezco un chico vestido un poco formal, no un estudiante recién salido de clases. Bajo del auto y Ernesto me acompaña.
—Hola, ¿qué tal? ¿En que puedo ayudarle? — al fijarme bien en la chica que atiende en recepción, noto que es nueva.
—Estoy buscando a Lucia — pensé en decirle que vería a mi hermana, pero esta de viaje. Le doy una sonrisa de boca cerrada que me corresponde tímida.
—Lo siento, pero debo saber quién es para poder anunciarlo o dejarlo subir. Políticas de la empresa — entiendo su nerviosismo, no debe ser fácil decirle a todo el mundo que debe dar su ficha descriptiva antes de decir nada.
—Nicolás Lombardi — saco mi identificación de mi cartera y se la muestro, ella asiente y sonríe igual que antes —. ¿Puedes decirme en dónde está mi novia? — respondo seguro, pero sus cejas hundidas con confusión no se me pasan por alto.
—Ahora mismo está ensayando en la pasarela, segundo piso a la izquierda — asiento satisfecho y me despido con un simple 'gracias'.
Subo junto a mi escolta en el ascensor y bajamos en el segundo piso tal como nos dijo la mujer de recepción. Veo varios pasillos y puertas y sigo hacia la izquierda, un poco perdido. Al final del pasillo hay una puerta abierta con una luz encendida, escucho algunas voces pero nada claro.
Entro sin hacer mucho ruido y solo veo a tres mujeres cambiándose los zapatos sobre un banco, Luci no está.
—Oh, hola Nicolás — saluda la mujer que prepara a las modelos desde el inicio de la agencia —. Acabamos de terminar los ensayos.
—Eso veo — le respondo con una sonrisa, echándole un vistazo a todo.
—Tu hermana se fue por la mañana de viaje, tenía un desfile — me informa lo que ya sé, es mi hermana. Me centro en ella y asiento con una sonrisa de boca cerrada, sigo sin encontrar a Luci.
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Vida perfecta (III)
General FictionLibro 3 de la trilogía"Vidas" Dicen que los cambios son buenos, pero no todos te ayudan, algunos sacan lo peor de ti. Ella nos ayudó y a la vez nos transformó. O quizá no fue su culpa, y mi búsqueda de la perfección siempre estuvo, motivada por ese...