—Las habitaciones principales estarán en la parte de atrás, para mayor privacidad — comenta el arquitecto sobre los diseños —. Por el ala este y oeste acondicionaremos cuatro habitaciones más para invitados cercanos — las señala en los planos con seguridad —. Hemos ampliado la zona del gimnasio tal como pidió, habilitado un salón para las necesidades de su hijo.
—¿Su habitación estará cerca de la nuestra?— pregunta curiosa, analizando los planos también.
—Sí, es justo la que se encuentra enfrente — la señala y eso relaja a Adara —. Por aquí está el comedor principal, a un lado el salón grande y a la izquierda la puerta que lleva al siguiente salón-biblioteca — amplía el plano que nos muestra para seguir explicándose —. El despacho estará a un lado del salón-biblioteca, y la cocina tendrá salida al jardín como pidió.
—¿La piscina interna dónde estará?
—Se encuentra cerca del gimnasio y el sauna. La exterior abarca todo esto, con diferentes niveles y repartida para que los niños puedan utilizarla sin accidentes.
Es una mansión espaciosa y bien repartida, pero quiero que sea perfecta para que mi hijo pueda crecer tranquilo y seguro, con todas las comodidades para él y su madre.
—¿Falta mucho para que esté lista?
—No, estamos terminando de acondicionar las habitaciones y el ascensor. Podrían mudarse en un par de meses, incluso antes dependiendo de los retrasos que puedan surgir.
Tras enseñarnos los planos y explicarnos lo que llevan haciendo estos meses, nos guía por los sitios que ya nos mostró en el papel. Todo es tal cual lo pedí, amplio, con seguridad, espacios adecuados, habitaciones cómodas y bien repartidas al igual que los espacios comunes. El gimnasio es de mis sitios favoritos, es grande, repartido de acuerdo a las necesidades de los dos con buenas vistas para motivar. El salón especial para juegos y actividades del bebé es gigante, cómodo, con varias reparticiones dependiendo de lo que quiera hacer y me parece genial.
—Por aquí situaremos el cine — muestra una habitación más pequeña que las normales —, y en la puerta siguiente un salón de juegos.
—El spa estará cerca del sauna imagino — indaga curiosa, ojeando todo a su alrededor.
—Exacto, por la parte exterior se está terminando de preparar una caseta exclusiva para la zona de spa.
Terminamos el recorrido de toda la casa, incluidas las zonas exteriores como la piscina, los jardines, el parque, la cancha, la casa para todo el personal y los estacionamientos.
—Quiero un perrito — me dice al salir con ilusión —, bueno, quiero varios.
—¿Ahora?— asiente sonriente —. Puedes decirle a Conan que te consiga un par — digo con normalidad —, cierto, está muerto.
—¿De verdad te vas a poner así? ¿Ahora?— se detiene molesta, encarándome.
—¿Así cómo Ady? — pregunto irónico.
—¿Sabes? Mejor vete a la mierda, ahora no quiero escuchar tus reclamos ni toda la mierda que tengas por decir — camina más rápido adelantándose a la camioneta —. Puedes largarte con tu puta, estará feliz de que la toques como le gusta y que le des tanta maldita atención.
Respiro y cierro los ojos para calmarme, los dos molestos solo trae discusiones y no es momento para eso.
Me subo en el asiento del conductor y me mira mal desde el asiento de atrás. Necesito conducir para relajarme y liberar el estrés y la rabia que tengo, no quiero que se altere más, no por ella, por mi hijo.
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Vida perfecta (III)
General FictionLibro 3 de la trilogía"Vidas" Dicen que los cambios son buenos, pero no todos te ayudan, algunos sacan lo peor de ti. Ella nos ayudó y a la vez nos transformó. O quizá no fue su culpa, y mi búsqueda de la perfección siempre estuvo, motivada por ese...