Monster High - One shots

Mouscedes King

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Mouscedes King

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La hija del Rey Rata caminaba por las ciudades de Boo York llevando varias bolsas de compras a la mano, con un aura de superioridad; pero sin quitar su lado empático ayudando a quienes lo necesitan, estaba preparándose para organizar una enorme fiesta en el teatro más grande de la ciudad, compro todo lo que es necesario, además de algunas ropas que les gusto para ver si las lleva en la noche. Acercándose a la cera para llamar un taxi, siente como alguien choca con la monstruo ratón, causando que se caigan todas las compras, viendo como algunas se ensuciaban en el suelo o como estas salían de las compras y al estar cerca de la carretera los automóviles las pisaban, las orejas de la chica ratón bajan; pero recuerda a la persona que choco con ella, levanta la mirada dándose cuenta que ese le extendió la mano, no podía ver su rostro porque llevaba una enorme capucha puesta que no dejaba ver nada.

—Perdona—Dicho esto se fue a pasos rápidos dejando ahí a la ratona.

Mouscedes suelta un suspiro largo, agarrando las compras que no se habían dañado, para luego extender su mano parando a un taxista que llego rápidamente, entrando al vehículo dándole las indicaciones para que la lleve a su hogar.

...

Los sonidos de los tacones resuenan por toda la casa siendo acompañado por el enorme silencio del lugar, las enormes estatuas y pinturas decoradas de sus familiares que se han sacrificado todo para hacer esta enorme ciudad llamada "Boo York", sus padres siempre le decían que disfrutara de todos los lujos; pero que siempre puede realizar enormes actividades para ayudar los demás monstruos; sin embargo esta no quería ser arquitecta sino una organizadora de eventos, amaba que a ella la encargue de acomodar los interiores de las fiestas, incluso que varios monstruos le pagan por eso, ya que, a demostrado su talento en eso, hasta ella decide que ropa tienen que llevar para que combine las paletas de colores con las decoraciones del lugar.

Escucha como su teléfono empieza a vibrar varias veces, atendiendo la llamada sin ver a quien la estaba llamando, al escuchar la voz del que lo llamo, se relajó para tirarse en la cama y mirar el techo, mostrando una pequeña sonrisa.

—Hola papá.

Le encantaba que su padre la llamara, recordaba la razón por la que tiene todo esos lujos y ese estilo de vida, él cual no todos lo podían tener, su padre siempre la animaba en sus momentos de estrés, a pesar de tener tan solo dieciséis años quería orgullecer a su familia en poder ayudar a los demás.

Después de una llamada larga con su padre, busca su bolso que había llevado esta mañana, dándose cuenta de un detalle importante, no estaba su cartera, se alarmo ahí tenía su dinero, tarjetas, todo. Dio pequeños suspiros para bajar sus nervios, para luego llamar a profesionales que se encarguen de buscar sus cosas perdidas; sin embargo se acordó del "accidente" que tuvo con la persona encapuchada, dándose cuenta que ese momento le robo las cosas. Soltando un pequeño grito, hablando con los que la ayudaran a recuperar sus cosas.

...

Todo el lugar lleno de luces de diferentes colores cambiando rápidamente, los gritos eufóricos de los monstruos, la música a todo volumen, monstruos besándose y bebiendo por doquier. La monstruo roedor veía todo el lugar con una sonrisa, para luego acercarse donde estaban sus otras amigos roedores, quienes se preocupaban de que se vieran bien para la ocasión.