Monster High - One shots

Draculaura

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Draculaura

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Era una noche tranquila en Monster High, y el cielo estaba pintado con tonos oscuros de azul y negro, salpicados por una luna llena brillante. Los alumnos comenzaban a regresar a sus habitaciones después de un largo día, pero Draculaura tenía otros planes. Ella no podía evitar sentir un cosquilleo en su estómago mientras se dirigía al campo trasero de la escuela. Era su lugar especial, un rincón oculto rodeado de árboles altos y flores nocturnas que brillaban bajo la luz de la luna.

Al llegar, su sonrisa se amplió al ver a T/n esperándola. La figura imponente de la mujer lobo contrastaba con el ambiente sereno. Su pelaje gris brillaba con un resplandor plateado, y sus ojos, afilados y atentos, destellaban con un tono que parecía atravesar cualquier sombra. Aunque su postura era rígida, al notar a Draculaura, sus labios se curvaron ligeramente en una sonrisa, una que la vampira sabía que estaba reservada solo para ella.

—Llegas tarde, pequeña —Comentó T/n con un tono firme, cruzando los brazos sobre su pecho.

Draculaura rió, dejando escapar un leve chillido característico de su emoción. Su vestido negro con detalles en rosa se balanceó mientras se acercaba dando pequeños saltos.

—¡Lo siento! Frankie quería enseñarme su último invento, y ya sabes cómo se emociona explicando cosas... Perdí la noción del tiempo —Dijo con una sonrisa que podía derretir hasta el corazón más frío.

T/n suspiró, pero sus ojos suavizaron su mirada al observar a Draculaura. Era un espectáculo verla tan llena de vida, con su piel pálida resplandeciendo bajo la luz de la luna y su cabello negro con mechas rosas moviéndose con gracia.

—Tendré que hablar con Frankie sobre eso —Respondió T/n, aunque el tono cortante no logró ocultar la ternura en su voz. Alargó una mano hacia Draculaura, quien sin dudarlo tomó los dedos cálidos de la mujer lobo entre los suyos.

La vampira se sentó sobre una roca cercana, jalando a T/n para que se acomodara junto a ella. Las dos se quedaron en silencio por un momento, dejando que la tranquilidad del bosque las envolviera. T/n, aunque firme como siempre, dejó que Draculaura se acurrucara contra su costado, envolviendo su brazo alrededor de los delicados hombros de la vampira.

—Es tan tranquilo aquí contigo —Susurró Draculaura, cerrando los ojos mientras disfrutaba de la calidez que T/n irradiaba. Era un contraste tan dulce contra su piel fría.

—No dejo que nadie más venga aquí —Respondió T/n, con un tono que insinuaba lo mucho que valoraba este lugar especial que compartían—Esto es nuestro. Solo tú puedes hacer que un lugar como este se sienta... perfecto.

Draculaura alzó la vista hacia ella, sus ojos púrpuras brillando con emoción.

—T/n, eres tan... ¡Romántica! —Exclamó con una risita mientras presionaba un beso rápido en la mejilla de la mujer lobo.