Monster High - One shots

Draculaura

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Draculaura

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El sol comenzaba a ocultarse detrás de las torres góticas de Monster High, tiñendo el cielo de un suave color anaranjado que se desvanecía hacia tonos oscuros. En el jardín trasero de la escuela, Draculaura estaba sentada en un banco de mármol con forma de murciélago, sosteniendo entre sus manos su diario rosado con un corazón en la portada. Sus ojos púrpura pálido se posaban distraídamente en el horizonte, pero su mente estaba completamente en otra parte.

En realidad, estaba enfocada en una figura que se deslizaba entre los estudiantes. T/N, la chica mitad serpiente, caminaba con la elegancia propia de una predadora, sus movimientos eran fluidos y su postura exudaba confianza. Su cabello, oscuro pero con mechones que brillaban como escamas bajo la luz, se balanceaba ligeramente con cada paso. Llevaba una chaqueta negra de cuero con detalles verdes que recordaban a un patrón de serpiente, y botas altas que resonaban con firmeza contra las losas del suelo. No hablaba mucho, pero su sola presencia era suficiente para llenar un espacio.

Draculaura dejó escapar un suspiro soñador, apoyando su barbilla en la palma de su mano. "Es tan... intimidante pero fascinante" Pensó, dibujando pequeños corazones en una esquina de su diario.

Frankie Stein, su mejor amiga, estaba cerca organizando unas notas de clase, aunque realmente había estado observando a Draculaura desde hacía rato. Al notar su expresión soñadora, no pudo evitar sonreír y acercarse.

—¿Otra vez pensando en T/N, Draculaura? —Preguntó Frankie, ajustando uno de los tornillos de su cuello mientras le dedicaba una mirada divertida.

Draculaura se sobresaltó como si la hubieran atrapado en medio de un crimen. Cerró su diario de golpe, sujetándolo con ambas manos como si fuera un secreto vital.

—¿Q-qué? ¡Claro que no! Yo... yo solo estaba pensando en... en el almuerzo de mañana, sí. Me pregunto si tendrán esas galletas de chocolate sin sangre que tanto me gustan —Dijo pero sus mejillas rosadas la delataban por completo.

Frankie entrecerró los ojos, claramente no creyéndole, y justo en ese momento, Clawdeen Wolf apareció con una flor en la mano, producto de su búsqueda para un diseño nuevo. Su sonrisa astuta dejaba claro que había escuchado la conversación.

—Oh, vamos, Drac. Se te nota a kilómetros. Cada vez que T/N pasa cerca, te quedas con esa carita de vampira enamorada. Si no haces algo pronto, alguien más podría llamar su atención antes que tú —dijo Clawdeen, guiñándole un ojo.

Draculaura abrazó su diario contra su pecho y suspiró.

—¿Cómo podría alguien como ella fijarse en alguien como yo? —Murmuró, dejando caer la mirada hacia el suelo—Es tan elegante, tan fuerte... y yo soy, bueno... una vampira pequeñita que se desmaya si alguien menciona la palabra "Sangre". No tengo oportunidad.

Clawdeen cruzó los brazos y levantó una ceja, mientras Frankie sonreía de forma comprensiva.