Neighthan Rot

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Neighthan Rot

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El aula de Monster High estaba vibrante, llena de estudiantes de todas las formas y colores, charlando, riendo y preparando sus cosas para la próxima clase; pero para Neighthan Rot, el ambiente parecía desaparecer en segundo plano. Desde el momento en que T/n, la nueva estudiante sirena, había llegado a la escuela, su atención se enfocaba, de forma casi involuntaria, en cada movimiento de ella.

T/n tenía una presencia única y encantadora; su forma humana estaba adornada por detalles que revelaban su naturaleza marina. Un par de aletas pequeñas se asomaban en sus orejas, y algunas escamas brillaban en su rostro, formando un patrón que resaltaba la delicadeza de sus rasgos. Su personalidad calmada y alegre le daba un toque especial a cada sonrisa y cada palabra, y Neighthan estaba seguro de que nunca había conocido a alguien tan especial.

Mientras la veía acomodarse en el asiento junto a él, Neighthan sintió un nerviosismo peculiar que le aceleró el pulso. Fingió concentrarse en el libro frente a él, pero sus ojos azules se desviaban, buscando la forma de captar algún detalle más de T/n sin ser demasiado obvio. Fue entonces cuando ella se giró y lo miró. En ese instante, su corazón dio un vuelco. En su torpeza, su bolígrafo cayó de su mano y comenzó a rodar por el suelo.


—¡Oh! —Exclamó Neighthan, tratando de atraparlo antes de que se deslizara demasiado lejos, pero al inclinarse, terminó golpeando la pierna de la mesa y tropezando con su propia silla. A pesar de su esfuerzo, el bolígrafo quedó fuera de su alcance, y él solo logró levantar la vista con una expresión de vergüenza—D-disculpa —Murmuró, frotándose la nuca mientras intentaba evitar sus ojos.


T/n soltó una risita suave, llena de amabilidad y diversión. Sin decir nada, se agachó, recogió el bolígrafo y se lo extendió. Sus dedos rozaron brevemente los de Neighthan, y él sintió un pequeño escalofrío que recorrió su brazo, como si la piel gris de su lado zombi y su lado unicornio hubieran reaccionado al unísono.


—Gracias —Dijo él, mirándola con una sonrisa nerviosa. Su voz era apenas un susurro, pero había algo sincero en su mirada, una mezcla de admiración y timidez que lo hacía aún más encantador en su torpeza.


T/n lo observó unos segundos antes de sonreír y acomodarse en su asiento. Había algo en ella, una luz, una especie de energía serena que parecía envolverla y que a Neighthan lo hacía querer acercarse más, conocerla más allá de sus historias en el aula o los saludos en el pasillo.


—Entonces... eres nueva aquí ¿Cierto? —Preguntó él, intentando sonar casual mientras aún jugaba distraídamente con el bolígrafo en sus dedos.

—Sí, apenas llevo unas semanas —Respondió ella con suavidad, mirando a Neighthan con esa curiosidad que siempre brillaba en sus ojos— Es un lugar muy interesante. Distinto a lo que imaginaba, pero en el mejor de los sentidos.


Neighthan sonrió, sintiéndose un poco más cómodo al ver que ella no parecía molesta por su torpeza.


—Sí, Monster High tiene... bueno, un encanto particular —Dijo, sonrojándose levemente mientras su cuerno brillaba tenuemente con un tono azul—Yo también sé lo que es sentirse... diferente. Me alegra que te sientas bienvenida aquí. A veces puede ser difícil encajar... Pero, eh... —Miró a T/n directamente a los ojos, decidido a sincerarse—creo que tú encajas perfectamente.

Monster High - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora