La vida de Horacio

Día 74

Diario de Marco

Hoy domingo me pidieron cuidar de Horacio. Estuve viendo las noticias con él. Después de un rato me eché en la cama porque andaba cansado. No pude evitar quedarme dormido. Cuando me desperté, lo vi jugando Mario Bros. Era la primera versión del juego. Eso me pareció sospechoso, porque nunca vi un Nintendo en esa casa. ¿Estoy despierto o estoy soñando? me pregunté. Analicé la realidad de la habitación. La hora en el reloj digital colgado en la pared avanzaba con normalidad. El juego en la pantalla también transcurría siguiendo su propia lógica. Quizás lo compraron ayer, pensé. Horacio era bueno moviendo a Mario. Ya estaba en los últimos niveles. En poco tiempo, rescató a la princesa. El mensaje que salió después fue: Gracias, Mario. Tu búsqueda ha terminado. Te presentamos una nueva búsqueda. Presiona el botón B para seleccionar un mundo. Horacio presionó el botón B y aparecieron nuevas opciones de niveles. Muy extraños comparados con los del principio. Como si fueran bocetos del programador que no funcionaron para los niveles del juego en sí. Los personajes que atacaban a Mario se comportaban de forma rara. El mismo diseño de los escenarios era surrealista. Volví a preguntarme: ¿Estoy despierto o estoy soñando? Pero por más que revisaba la habitación, todo transcurría con normalidad. Estoy despierto, me dije. Luego llegaron Horacio grande y María. Me contaron que el Nintendo lo habían comprado ayer. Después de despedirme me fui a mi casa. Hasta ahora no me saco de la cabeza esos mundos alternativos del Mario Bros. original. Tengo la impresión de que Horacio trató de decirme algo al mostrármelos.