La vida de Horacio

Día 352

Diario de la Dra. Ruth

Antes de la reunión con los niños X, probé hacer el test con las cartas de Zener en algunas páginas de internet. De los 25 intentos para leer mentalmente los símbolos, lograba "adivinar" entre 3 y 5 imágenes, obviamente por una cuestión del azar. Leí la información que pude sobre los inventores del método, los psicólogos Karl Zener y J. B. Rhine. Pensé en la posibilidad de hacer el test a una cantidad apreciable de niños, anualmente, y así tener estadísticas que revelen si los niños que nacen en años futuros tienen más dones telepáticos que los nacidos en generaciones anteriores.

En la reunión, aparte de los niños X, estuvieron Isabella, Willy, Román e Ivo.

La primera ronda de pruebas arrojó estos puntajes:

X-11 (23 de 25)

Horacio / Nadenka (22 de 25)

Gunter / Milena (21 de 25)

Teseo (19 de 25)

Eva / Marco (18 de 25)

Toshiro (16 de 25)

Alanis-Amanda (15 de 25)

Cronos (12 de 25)

—Estas pruebas son ridículas —dijo Cronos, malhumorado—. ¡No están diseñadas para la mente de los niños X!

—¿Por qué no jugamos todos Monopolio? Te apuesto que también vas a perder allí, Cronos —dijo Teseo.

—¡Acaso no se pueden comportar como los hombres de 88 años que son! —exclamó Eva—. Hasta Alanis tiene más madurez que ustedes dos.

—Nunca he jugado Monopolio —dijo Milena—. En verdad, nunca he tenido tiempo.

—Hey, en el salón de juegos no había ningún Monopolio —acotó Gunter— Yo también quiero jugar.

—¿Puedo yo tomar la prueba? —dijo Willy y todas las caras voltearon hacia él. Observé a Román que asintió con la cabeza. Tomé las 25 cartas y empecé el test. Willy no se demoraba mucho en responder, los niños X contemplaban la prueba en silencio, su sorpresa aumentaba en cada acierto del hijo de Isabella, que llegó a igualar el puntaje de X-11.

—Deberíamos ser doce niños X en vez de once —dijo Marco, un poco en broma. Aunque Isabella trató de ocultarlo, sé que ese comentario no le gustó para nada.