Diario de María
Esto es lo que sucedió en el sueño de 24 horas que tuve.
Empezó como un sueño normal, estaba entrando en la biblioteca de un país que no conocía. Me recibió el bibliotecario, un señor que me recordaba a mi abuelo, por su sonrisa amigable y barba blanca, corta en la barbilla y larga en las patillas. Estaba vestido muy elegante, con un traje gris a cuadros, camisa celeste y corbata azul. Me habló en inglés británico.
—¿Estoy en la Biblioteca Nacional de Inglaterra o algo así? —pregunté al comprobar la enormidad del lugar.
—En verdad, no. Es una imitación. El tamaño de esta biblioteca es el mismo de la Biblioteca Británica.
Tiene más de 600 kilómetros de estanterías.
—Pero usted es inglés, ¿cierto? Disculpe, no le he preguntado su nombre.
—Me puede llamar "Bibliotecario", si es tan gentil. El inglés es el idioma que hablo en este sueño, pero no es mi idioma natal porque no he nacido en este planeta. Y esta es la imagen que he escogido. ¿Le recuerdo un poco a su abuelo? Esa era la idea. El hombre que duerme a su lado, en cambio, está soñando con su hijo, Arturo, en una biblioteca de otro país. Y su amigo, Marco, está soñando con su padre, aunque la biblioteca de su sueño está en una isla. Pero las tres tienen algo en común, el tema del que hablan —dijo y salió del mostrador para guiarme dentro del lugar.
Entramos en uno de los pasillos y me pidió coger un libro del estante, que era tan alto que solo se llegaba con una enorme escalera. Cogí un tomo grueso, el más cercano. Abrí el libro en una página al azar. Leí algo sobre el día en que aprendí a nadar. Pero era diferente a la versión real de los hechos. En el libro mi padre me enseñaba a nadar, cuando en verdad fue mi abuelo, campeón nacional de natación, quien lo hizo. Le comenté esto al Bibliotecario.
—El libro donde su abuelo le enseñó a nadar está en otra sala. Por favor, sígame —dijo sin perder el tono amable en ningún momento. Fuimos a una sala en cuyo centro había una urna de vidrio con un libro dentro. Lo sacó con cuidado del interior y buscó entre las páginas. Sonrió, alzando las cejas, cuando encontró lo que buscaba. En el libro abierto pude leer la escena de mi vida tal cual sucedió.
—¿Por qué este libro está en una urna? ¿Tan importante es? —pregunté.
—Es el libro de tu vida actual. En esta biblioteca es importante: es el único libro que tiene hojas en blanco, porque no sabemos lo que vas a decidir mañana. Todos los otros libros son variaciones de tu vida actual. Tienen que ver con otras decisiones que tomaste y están escritos hasta la última página.
—¿Cuántos libros hay aquí?
—No me atrevo a decir un número. La cantidad de versiones de tu vida es tan grande que sobrepasa la cantidad de los libros que hay en la Biblioteca Británica. Por eso cada minuto que pasa, los libros cambian de contenido. Todos excepto el que está en la urna de vidrio.
—¿Por qué estoy soñando esto? —pregunté, mientras el Bibliotecario me alcanzaba un vaso de agua, leyendo mi mente, pues tenía mucha sed.
—Este es un sueño que dura 24 horas y es necesario para el proyecto Sasha que lo tengas. Antes han tenido algunos sueños lúcidos y experiencias parecidas pero dentro del proyecto es necesario que accedan a ciertas dimensiones con más frecuencia. Por eso te aconsejo tomar este día como un entrenamiento. Las personas en la tercera dimensión, en esta época, no le dan mucha importancia a este tipo de experiencias relacionadas con el sueño. A ti misma te es difícil entrar en ellos por la falta de costumbre. Pero para el proyecto Sasha esto es de una importancia vital.
El Bibliotecario extendió su brazo indicándome pasar a otro salón. Abrió la puerta y encontré un lugar idéntico a la sala en la casa de mi abuelo. Los chasquidos de la leña en la chimenea, la alfombra persa debajo de la mesa de madera que mi propio abuelo construyó. Los cuadros con paisajes de montaña. El estante de libros llenos de cuentos infantiles que mi abuelo me leía. Todo me recordaba a mi niñez. El Bibliotecario sirvió té de menta en un par de tazas, vertiendo el agua de la misma tetera vieja que yo recordaba ver a mi abuelo usar. Conversamos sobre mi propia vida y me dijo que no tenga miedo de las cosas que iban a venir, porque ya tenía mucha experiencia acumulada en vidas pasadas, que me iba a ser muy útil.
—¿Hay algún libro con información de mis vidas pasadas en la biblioteca? —pregunté después de tomar un sorbo de té.
—Por supuesto. Detrás del libro que está en la urna, encontrarás un estante con unos cuarenta tomos. Allí están todas.
Era demasiada información y temí despertar rápido, pero el Bibliotecario había dicho la verdad. Se trataba de un sueño de 24 horas. Me la pasé leyendo los libros de mis vidas pasadas (todo lo que puede leer), y varios de los libros donde yo había tomado diferentes decisiones a las actuales.
No puedo seguir escribiendo porque necesito con urgencia tomar una ducha y salir a respirar al aire libre. Fue un sueño demasiado largo. Pero a mi regreso, continuaré.
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La vida de Horacio
Fiksi UmumLa vida de Horacio es la historia de un niño con un ADN especial que nace el primero de enero del 2015. Página oficial: www.lavidadehoracio.com