Día 360

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Diario de Teseo

Poco antes de nuestra prueba, en la casa de Dóc, le mostraron a Marco una espada.

—Es de la época de Ricardo III —le dijo la Doctora Ruth—, es decir, de la época de la última reencarnación que tuviste en la cámara de congelación.

No nos explicaron por qué era importante que al momento de entrar en sueño lúcido profundo, Marco tuviera la espada a su lado.

—No es para matar "contrarios" —dijo Eva—, eso se los puedo asegurar.

Esto es lo que sucedió en el día de la Gran Contraseña.

Después de que cada uno programó su Missing Link para viajar al 13 de noviembre de 2017, entramos en un sueño lúcido profundo, vestidos con nuestros trajes CMD.

La figura de Etchilhampton estaba marcada en el suelo, en el mismo tamaño que la figura original de Inglaterra. Dentro del sueño, teníamos todos unos dieciocho años de edad, con excepción de Amanda y Alanis que mantenían su apariencia actual.

Toshiro maniobró los giros de su Missing Link y desde el centro de la imagen una luz líquida creció al ritmo de la espuma del mar que va llegando a la orilla. Dicha luz llegó hasta nuestros pies, era fría pero agradable a la vez.

Horacio y Cronos ocuparon sus posiciones en la única estrella doble de la figura de Etchilhampton. Los otros niños ocuparon también su estrella, de tal forma que en cada una de las nueve estrellas había un niño X. Todos estábamos sentados con las piernas cruzadas. El suelo tenía la textura de la arena, pero no se sentía como arena, sino como un suelo de metal.
A la izquierda de Horacio, Milena esperaba instrucciones, rodeada de muchas flores y de colibríes que se alimentaban del néctar de aquellas. Esto le daba el aura de una deidad hindú, por lo menos en mi mente. A la izquierda de Milena, se colocó Marco. A la izquierda de Marco, yo, que cargaba un libro enorme lleno de páginas en blanco. Siguiendo en ese orden, se encontraba Gunter, Nadenka, Eva y Toshiro. Amanda, fuera del círculo, cargaba a Alanis, que miraba todo con atención. X-11 estaba al lado de Alanis.

Ondas de energía de varios colores rodearon a Horacio que se mostraba imperturbable desde su silla. Las ondas se conectaron con Cronos, y desde la estrella doble, a izquierda y derecha, la energía se expandió cubriendo toda la circunferencia.

Toshiro le dio las primeras indicaciones a Cronos, todo se transmitía de forma telepática. Si Toshiro pensaba o hablaba, nosotros lo podíamos escuchar sin importar la distancia. Cronos corrió sobre la circunferencia de la figura, rodeándonos, pues las estrellas estaban dentro de la circunferencia. Cuando terminó el círculo, corrió formando un cuadrado, luego un hexágono, después un dodecágono. Toshiro le dijo a Cronos que tenía que mantenerse repitiendo esas figuras sobre la arena. Gunter informaba sobre el estado físico de Cronos. "Cuando llegue a armar treinta figuras de dos dimensiones, es necesario que descanse" nos dijo telepáticamente. Cuando sucedió esto, Cronos se detuvo. Descansó unos diez minutos y volvió a correr siguiendo el mismo patrón. Fue entonces cuando Toshiro indicó a Milena, Nadenka y Eva que vayan al centro de la figura. Cuando Milena se puso de pie, los colibríes dejaron las flores y volaron siempre rodeando a su guía, desplazándose junto a ella. Nadenka y Eva iban detrás. Ya en el centro de la figura, Milena indicó a sus colibríes que formaran en el aire las mismas figuras que recorría Cronos. Primero un círculo, luego un cuadrado, después el hexágono y el dodecágono. Los colibríes eran una veintena. Formaban esas figuras con gran precisión. Allí sentí que mi libro se llenaba de energía, lo abrí buscando alguna página donde se formara alguna imagen o frase. Encontré una donde se veía la misma fotografía que recibió Marco debajo de su puerta. Aquella con el mensaje "Estoy escribiendo los capítulos prometidos y esta es mi letra. Este mensaje también es una puerta". Recordé que Toshiro había encontrado dentro del mensaje las notas musicales Si – Do – Do sostenido – Mi – Si. Yo no estaba de acuerdo con esas notas porque según Toshiro, la letra B significaba la nota Si, pero de aplicar ese criterio, las letras A significarían la nota LA y las letras E la nota MI. Toshiro dijo que lo suyo era intuición. Por eso me calmó saber que el mismo libro me indicaba las notas así: Escribiendo – DO, prometidos – DO sostenido, mi – MI; y estas notas se debían combinar con el resto de notas musicales, pero siempre tomando como base DO, DO sostenido y MI. Nadenka recibió esta información y empezó a cantar. Solo entonces, las figuras que formó Cronos se iluminaron en el suelo, iluminando a su vez los trazos del símbolo de Etchilhampton, los movimientos de los colibríes también se llenaban de un resplandor musical, que seguía cada nota entonada por Nadenka. Mi libro pasaba sus páginas solo, me llevo hasta una imagen donde reconocí una de las páginas del libro La Cuarta Dimensión de Charles Howard Hinton, escrito en 1904. Era una ilustración con varios cubos de diferentes colores. Apenas la vi, los colibríes se colocaron en posiciones estáticas que asemejaban esos cubos, imitando también sus colores. Recién en ese instante, nuestros trajes CMD se activaron, siguiendo los colores de los cubos. Si tuviera que resumir todo lo que pasaba en una frase, sería esta: Colibríes formaron en el aire cubos musicales de colores.

Aquí ocurrió una revelación. Pude ver a escritores, en cada uno de sus ocho mundos, escribiendo cosas. Incluso aquel que solo llego a la mitad de "La vida de Horacio". En mi libro aparecía todo lo que ellos escribían y Marco tuvo una interpretación, que recibí de forma telepática. La Figura se estaba comunicando con los ocho mundos a través de la narración de los escritores. En un momento, no solo vi a los escritores, sino a todos aquellos que leían sus escritos. La Figura se comunicaba con ellos también. Luego los lectores transmitían el mensaje a otras personas y las conexiones formaban una red en los ocho mundos que crecía en el futuro. Esta visión —la de contemplar ocho mundos paralelos que transmitían información a miles de personas en el futuro— me produjo tanto vértigo que tuve que cerrar el libro. Comprendí que la Figura estaba diciendo "Hola, mundo" y que cada uno de los libros escritos por los ocho escritores eran parte de un gran Programa.

Cronos seguía corriendo. Gunter ya dirigía hacia él su energía para que no se cansara tan rápido. El cuerpo real de Cronos, que dormía en la casa de Dóc, estaba conectado con ese cuerpo astral que corría sobre la figura. Por eso su energía era limitada.
"Es momento de que todos activen su contraseña personal", pensó Toshiro y todos lo escuchamos. Iniciamos la serie de movimientos de Wing Chun que habíamos aprendido, nuestros puños y pies tocaban puntos que se iluminaban en frente de nosotros, luego estos puntos desprendían haces de luz que se juntaban con las otras contraseñas personales formando una nueva contraseña grupal. Los colibríes se volvieron más veloces, se convirtieron en colibríes de luz. La Figura estaba apareciendo en cuestión de segundos. Tenía miles de formas por segundo, no se podía contemplar en el tiempo, ni en el espacio. Era una sola Figura, pero a la vez, todas las figuras geométricas posibles, imaginadas por el hombre. Era como si solo nuestros espíritus fueran capaces de entenderla. En mi libro apareció la frase "Aham Brahmasmi" y tuve la visión de uno de los ocho escritores leyendo el Bhagavad Gita en la página donde aparece la frase, leyendo además una de las interpretaciones del mismo libro. "Aham Brahmasmi" significa "Yo soy espíritu". El libro cayó de mis manos y se alejó fuera del círculo. Una anciana detrás de mí me dijo: "La Figura ya está con nosotros. Han cumplido su trabajo. Ahora pueden despertar".

—¡No la escuches! —gritó Eva—. ¡Es un contrario!

Lo que vino fue como un desmayo, lo que es una experiencia muy rara estando ya dentro de un sueño lúcido profundo. Sin embargo, todavía se nos transmitía información de forma telepática.

Vi una imagen muy nítida. Milena estaba en el centro de un campo frondoso, rodeada de una docena de arqueros vestidos con trajes medievales. Apuntaban sus flechas contra ella. Milena vestía también con ropa medieval.

Apenas los arqueros dispararon sus flechas, Eva, con su traje CMD, cubrió a Milena entre sus brazos.

—Recuerdo lo que pasó en esta vida, mi esposo me traiciona y me manda asesinar —le dijo Milena a Eva.
—Están usando momentos trágicos de nuestras vidas pasadas para debilitarnos —susurró Eva—. Es la estrategia que van a usar ahora. Su plan es que rompamos filas, que dejemos atrás la figura, sin sellarla.
—¿Te duelen las flechas?
—Energéticamente, sí. Como flechas reales. Pero Gunter ya está dirigiendo su energía hacia mí.
Volví en mí, otra vez estaba en el círculo de Etchilhampton. Desorientado, intenté buscar mi libro, pero la anciana aparecía por todas partes, bloqueando mis movimientos.
—¿Eres Jezabel? —pregunté en medio de una neblina inesperada.
—Sí. Y también envejezco cada cuatro días. Puedes llamarme X-12.

Cerré los ojos. Vi a Amanda, cargando a Alanis, caminando hacia el centro de la imagen de Etchilhampton para sellar la Figura y terminar nuestro trabajo. X-11 debía actuar como centinela, protegerla. Pero apenas Amanda dio unos pasos, X-11 dejó de acompañarla y se puso al lado de la anciana Jezabel, que también se dirigía al centro de la Figura.

Desperté en mi cama dentro de la casa de Dóc.

—¡Tenemos que volver en media hora! —gritó Eva a todos los niños X, que poco a poco se iban despertando—. Ya sabemos cómo nos atacarán. Tenemos que armar una nueva estrategia. ¡Ahora!

La doctora Ruth contemplaba a X-11, muerto en su cama. Observé el reloj, el día 360 estaba por terminar.

La vida de HoracioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora